El coste del agua reciclada se encarece debido a los estrictos controles de sanidad exigidos

Los expertos no se ponen de acuerdo sobre si el agua reciclada es más o menos cara que la potable o desalada, pero la mayoría coinciden en que el tratamiento, transporte y reutilización del agua residual reciclada acarrea unos costes muy variables que dependen de muchos factores.

Uno de los aspectos que repercuten en el coste final de estos recursos es el muestreo y posterior analítica que la ley exige en todas las salidas de planta y en los puntos de entrega. Eso conlleva, según los cálculos de Emasa, un coste medio mensual de 330 euros por cada cliente.

La complejidad que supone el almacenamiento de este agua una vez reciclada y las conducciones hasta el destino final son otros de los factores que encarecen su uso. Además, la legislación establece que si un agua regenerada está destinada a varios usos serán de aplicación los valores más exigentes de los usos previstos, lo que hace en muchas zonas se limite a los más convencionales y económicos como el baldeo de calles o el riego de campos de golf.

Para la empresa pública Acosol, el tratamiento del agua reciclada es hasta cinco veces más barata que la desalada o la potable. El precio del metro cúbico es de unos 17 céntimos de euro frente a los 80 céntimos que cuesta el metro cúbico de la desalada.

Pero esos precios variarán, según responsables de la empresa, cuando se lleven a cabo las ampliaciones y mejoras de las depuradoras previstas en la Costa del Sol occidental para poder atender la creciente demanda en los próximos años al repercutir estas inversiones en el precio final que pagará el usuario.

El presidente de la Diputación provincial de Málaga, Elías Bendodo, demostró ser un defensor del agua reciclada frente a la potable o la desalada para determinados usos al asegurar que "aunque el coste parezca alto es una garantía de futuro para una zona como ésta con una economía tan frágil".