El emblemático edificio de La Equitativa tiene nuevo dueño mayoritario. Tras casi una década infructuosa, en la que ninguna de las negociaciones abiertas con un buen número de empresas llegó a buen puerto, la venta es ya una realidad. Al menos de algo más del 60% del inmueble. Según confirmaron varias fuentes del sector, un grupo de inversión asentado en Miami, Key International, cerró semanas atrás un acuerdo de compra con la firma Rubcapel, haciéndose con su parte de la finca.

Una de estas fuentes apuntó, además, la previsión de que la adquiriente trate de hacerse, al menos, con otro 10% que se reparten varios propietarios minoritarios, quedando otro 30% en manos de la empresa Inversiones Gómez Martín (Ingomar). Desde esta última firma, se viene rechazando desde hace años intención alguna de desprenderse de su parte.

El planeamiento actual autoriza la construcción de viviendas, así como de un hotel

A falta de que se concreten los detalles de la operación, adelantada por el diario Sur el pasado martes, el paso adoptado por esta mercantil, fundada por el empresario José Ardid, abre las puertas a la recuperación del edificio. Queda por precisar para qué uso. Precisamente, para avanzar en este detalle, representantes de la firma tienen intención de desplazarse la semana próxima a la capital de la Costa del Sol para reunirse con la Gerencia de Urbanismo. El valor de la localización de La Equitativa crece exponencialmente ante la próxima semipeatonalización de la Alameda Principal, transformación que está provocando un importante número de adquisiciones de edificios en este entorno.

Desde el punto de vista de usos compatibles, el actual planeamiento urbanístico avala la posibilidad de recuperar La Equitativa para viviendas, así como para reconvertirlo en hotel. Sin embargo, la posibilidad de plantear su utilización como edificio comercial sí requeriría de una adaptación de los usos, con la necesaria tramitación administrativa.

Key International ha acabado tomando la delantera a otros grupos que en los últimos meses habían mostrado un serio interés por hacerse con el edificio. Uno de los escollos históricos que ha frenado la compra del mismo es el reparto de la propiedad, así como el elevado precio que se demandaba por la misma. Sirva como ejemplo que hace un lustro se manejó una cuantía de unos 50 millones de euros. La cifra bajó a alrededor de 40 millones un par de años después, según fuentes consultadas, cuando un grupo alemán abrió negociaciones con el fin de convertirlo en hotel de lujo. La operación no cuajó. Ahora, se apunta que la suma desembolsada por el porcentaje mayoritario puede rondar los 20 millones de euros.