El Mar de Alborán Occidental es "un destino ideal" para acoger las rutas de cruceros costeros y fluviales sostenibles ligados a itinerarios culturales, según concluye un estudio técnico promovido por el Clúster Marítimo-Marino de Andalucía (CMMA).

El estudio ha sido presentado este viernes en Málaga en un acto al que han asistido una treintena de armadores, puertos deportivos y empresas relacionadas con la náutica, el turismo y la economía azul, así como consultoras ambientales e instituciones.

Sus conclusiones les permitirán decidir si quieren formar parte de la Red de Cruceros Costeros y Fluviales de los Destinos Náuticos Sostenibles de España (RED CCF), un programa aprobado al amparo de 'Experiencias de Turismo España' con fondos Next Generation, del que son socios andaluces el CMMA y Puerto Sotogrande.

La idea es que la zona comprendida entre Almuñécar (Granada), San Roque (Cádiz) y Ceuta, pasando por la Costa del Sol, acoja cruceros costeros y fluviales sostenibles ligados a itinerarios culturales y náuticos.

El presidente del CMMA, Javier Noriega, ha señalado que este proyecto es "una oportunidad para disfrutar del turismo náutico ligado a los puertos deportivos y realizar actividades acuáticas de todo tipo, disfrutando así de la naturaleza y el mar, y de la cultura que ofrecen los municipios del Mar de Alborán Occidental".

Por su parte, el director gerente de Puerto Sotogrande, Miguel Ángel Díez, ha destacado el importante papel que tienen los puertos como intercambiadores de servicios entre los visitantes náuticos y el territorio donde se implantan.

La Red CCF explica que un crucero costero o fluvial es una experiencia náutico-cultural que combina un itinerario náutico con al menos una escala para visita y disfrute de la oferta cultural local, principalmente a través de circuitos terrestres que visiten elementos de interés patrimonial, cultural, natural o gastronómico.

El estudio ha consistido en establecer y catalogar los recursos del territorio para saber el número de puertos deportivos y condicionantes técnicos para acoger estos cruceros, así como los elementos e itinerarios existentes en las localidades, y el número de operadores náuticos y turísticos.

En total, son diecinueve los municipios cuyos recursos náuticos y turísticos se han estudiado: Almuñécar, Salobreña y Motril, en la Costa Tropical de Granada; Nerja, Torrox, Vélez-Málaga, Algarrobo, Rincón de la Victoria, Málaga, Torremolinos, Benalmádena, Fuengirola, Mijas, Marbella, Estepona, Casares y Manilva en la Costa del Sol, San Roque (Cádiz) y Ceuta.

De los dieciséis puertos, ocho han aportado los datos solicitados y todos ellos están por encima de 8,5 puntos sobre 10 en relación a requisitos de interés para ser escalas en los itinerarios.

En esos ocho puertos de escala se han contabilizado en torno a doscientas rutas de fácil acceso, el 85 % de ellas terrestres, y en los diecinueve municipios costeros analizados se han detectado 309 elementos patrimoniales, entre los que figuran iglesias y yacimientos arqueológicos de diferentes épocas.

Además, se propone un catálogo de realidad aumentada subacuática en relación a cuatro pecios: el del Arroz (Torrox), el Isabella (Benalmádena), el de los Botones (Marbella) y el de los Franceses (Ceuta), cuya visita se podría incluir en cruceros relacionados con el buceo.