Málaga

Los regantes del Valle de Guadalhorce solicitan un riego de emergencia para salvar los cultivos

Cultivos afectados por la sequía en el Valle del Guadalhorce.

Cultivos afectados por la sequía en el Valle del Guadalhorce. / M.H.

Los cultivos de Málaga están en peligro. La falta de precipitaciones están haciendo que el agua disponible para los cultivos sea muy escasa. Concretamente en el Valle del Guadalhorce, los agricultores aseguran que la situación es preocupante porque los árboles más jóvenes están empezando a morirse y los más viejos ya se están viendo afectados. Por lo que van a solicitar un riego de emergencia a la Junta de Andalucía, aunque llueva. 

Después de un año hidrológico, en el que los agricultores tuvieron que hacer malabares en el Guadalhorce para repartir las reservas de las que disponían y salvar los cultivos del verano, llega un período nuevo, el cual no pinta muy halagüeño para ellos. Para el año hidrológico 2023-2024, los regantes de esta comarca disponen tan solo de 20 hectómetros cúbicos de agua, un 50% menos de lo habitual. 

En este sentido, fuentes cercanas a la Asociación Provincial de Regantes de Málaga (Aprema) aseguran que esos 20 hectómetros los utilizarán durante la época estival, pero no saben si la arboleda llegará por la situación en la que se encuentra. “En el Guadalhorce estamos en el mismo punto que la Axarquía hace un año antes de que les llegaran las aguas regeneradas”, explican.

En este sentido, desde la asociación sostienen que van a solicitar un riego “urgente” para poder salvar la arboleda y sobrevivir al invierno. Además, los agricultores están dispuestos a regar sus cultivos con los niveles de salinidad que les indiquen. “Hemos consultado a técnicos agrícolas y nos han explicado que si echamos unos productos específicos en la tierra podemos protegerla de la salinidad del agua”, explican. Eso sí, esperan que el grado de sal se encuentre entre 1,5 y 2.

Durante el verano pudieron salvar los cultivos y mantener la arboleda. Tras cortar el grifo en septiembre, han conseguido aguantar y seguir adelante gracias a las lluvias del pasado mes de octubre que les dieron “un respiro” y les libró de solicitar un riego de emergencia. 

Ahora la situación ha cambiado. Los cultivos vuelven a necesitar agua debido a las altas temperaturas que se han registrado este mes de noviembre. “Es cuestión de supervivencia”, exponen. La peor parte se la están llevando los árboles. En muchas fincas de la comarca ya han perdido el fruto de la arboleda y en otras “los árboles más jóvenes se están muriendo y a los viejos se les están empezando a caer las hojas”, sostienen desde Aprema. 

Cabe señalar que el agua de estos agricultores procede de los pantanos del sistema Guadalhorce-Limonero, el cual se mantiene en escasez severa, ya que no han bajado el umbral de escasez grave que se sitúa en los 71 hectómetros. Concretamente se abastecen de los embalses del Conde del Guadalhorce (16,7%), Guadalhorce (17%), Guadalteba (24,5%) -que son los tres pantanos que proporcionan más agua a la comarca- y el embalse de Limonero (22,6%), los cuales suman en total 75,23 hectómetros cúbicos. Por ello, desde Aprema consideran que si le conceden un riego de unos tres hectómetros “no creemos que afecte tanto” porque consideran que “queda un invierno por delante que se espera que llueva algo”.

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