"Habrá que regenerar con arena del mar porque en los ríos ya no hay más"

Luis López Peláez estuvo al frente de la Demarcación de Costas de Málaga durante tres décadas entre 1973 y 2003 y fue el creador de la primera ley que regulaba el uso del litoral, a la que llama cariñosamente "mi hija". También es obra suya la céntrica playa de La Malagueta de la capital, además de ser precursor de la regeneración de las playas con arena de los fondos marinos por lo que fue objeto de duras críticas a principio de la década de los 90. Aún así, considera que hay que volver a hacerlo porque la arena de los cauces dejará de ser suficiente.

-¿Por qué las playas de la provincia son tan frágiles y pierden tanta arena?

-Porque se siguen canalizando los ríos y los arroyos que son los que deben llevar cuando llueva la arena a las playas de forma natural. Entre los años 70 y 90 se han perdido más de 20 millones de toneladas de arena de aportación natural a las zonas de baño debido a la construcción de embalses y la destrucción de las dunas. Esa pérdida se sigue produciendo en la actualidad por culpa del urbanismo.

-¿Cuál es la solución entonces?

-Si se taponan los 140 ríos y arroyos que hay en los 160 kilómetros de costa que hay en la provincia no queda más remedio que hacerlo artificialmente porque si no habría playas que desaparecerían en cinco o seis años. Las administraciones competentes en urbanismo e infraestructuras hidráulicas no han colaborado en esta misión y no han tomado medidas preventivas a tiempo.

-De hecho, ya hubo que regenerar prácticamente todo el litoral en la década de los 90...

-Entre 1990 y 1995 hubo que echar en las playas 15 millones de toneladas de arena, equivalentes a 500 campos de fútbol, procedentes de los fondos marinos y que extrajeron siete barcos-dragas. Si no hubiera sido por eso algunas hubieran desaparecido totalmente.

-¿Y por qué dejó de sacarse arena de los fondos del mar?

-Cuando se hace un esfuerzo inversor y de trabajo tan grande y te encuentras con el rechazo masivo de la sociedad no hay otra opción. Nadie estaba a favor y no hubo quién se atreviera a defender mi labor. Ni los partidos políticos, sindicatos, ecologistas ni empresarios. Sufrí todo tipo de amenazas, insultos y críticas y todo tiene un límite. Después de regenerar 37 playas con 32 kilómetros de longitud con el dragado de los fondos, diez veces más rápido que haberlo hecho con camiones y con la mitad de los costes, decidí que ya estaba bien y pedí a Costas que no me ordenasen la extracción de arena submarina hasta mi jubilación. Y así fue.

-¿Y sigue pensando que debe volver a hacerse?

-Me parece necesario por la cantidad ingente de arena que se pierde cada año porque la que se encuentra en los ríos y los arroyos tiene un límite. No va a quedar más remedio que hacerlo porque ya no hay más y porque la de los fondos marinos es de mejor calidad.

-Aunque no debe extraerse de cualquier sitio...

-En aquella época no había tanta legislación ambiental, pero todos los estudios y análisis que se realizaron determinaron que podía hacerse porque salvo en Nerja y Calahonda no quedaba nada en los fondos marinos. Ahora con los requisitos que establecen las declaraciones de impacto ambiental todo debe ser mucho más seguro.

-¿Por qué cree que Costas rechaza el puerto deportivo en El Morlaco?

-Ya en 1992 señalé este sitio como el único de Málaga para hacer un puerto deportivo porque no perjudicaría a ninguna playa. No entiendo entonces por qué no se va a aceptar.