Desde enero de 2021, los remolcadores Sea Merlin y Sea Macaw permanecen parados en el muelle número 4 a la espera de ver cual será su futuro. Pendientes de las resoluciones judiciales de tres denuncias interpuestas contra la compañía propietaria de estos buques y con muchas deudas portuarias, sobre estos barcos sin tripulación y sin un consignatario que los represente, sobrevuela la posibilidad de una pública subasta; una opción que a corto y medio plazo prolongaría su estancia en el puerto de Málaga.

Llegados de urgencia al puerto malagueño el 9 de marzo de 2019, estos dos buques, remolcados por uno similar, cancelaban su viaje a la localidad griega de Lakkion, lugar donde debían ser desguazados debido la vía de agua que traía uno de ellos. Reparada aquella avería, los remolcadores que por entonces llevaban los nombres Lamnalco Merlin y Lamnalco Macaw, comenzaban una larga y tortuosa odisea que desde entonces los mantiene en el puerto malacitano.

Comprados entre los meses de junio y julio de 2019 por la compañía Seamed France que los salvaba del desguace, los dos buques entraban en el dique malagueño para su reparación. Rebautizados como Sea Merlin y Sea Macaw y abanderados respectivamente en Nigeria y Portugal, tras ocho semanas de trabajos en seco los remolcadores eran amarrados en el muelle de Heredia en lo que debería haber sido su preparación antes de su marcha.

Manteniendo por aquellas fechas a una tripulación mínima, la agencia que los llevaba renunciaba a su consignación y los barcos, ya sin representante en aguas malacitanas, quedaban posicionados en el muelle de levante.

Frente a la anómala circunstancia de no tener un consignatario y sólo disponer de un representante de la empresa armadora en la localidad gerundense de Rosas, el Sea Merlin y Sea Macaw, ya sin tripulación, a mediados de 2021 comenzaban a apuntar la posibilidad de quedar oficialmente abandonados. Acumulando deudas y con tres denuncias en trámite, fuentes consultadas por Málaga Hoy apuntan a que estos dos remolcadores, una vez confirmada su situación oficial de abandono quedarían a disposición para ser licitados y subastados.

Una circunstancia que, recordando la historia del buque Ratibor que tras siete años de estancia en aguas malacitanas salía el pasado mes de julio para ser desguazado en Bilbao, prolongaría durante un tiempo indeterminado la permanencia en el puerto malagueño de estos dos barcos.