Siempre han existido las desigualdades, pero desde la crisis económica de 2008 han ido incrementando hasta llegar al punto de que estas son uno de los principales retos a los que se enfrenta la sociedad actualmente. Según el V Informe del Observatorio de Desigualdad de Andalucía, en Málaga entre las barriadas más pobres de la capital se encuentran Cruz de Humilladero, Carranque, Palma-Palmilla y Perchel Norte. Además, el 30% de la población de estos puntos de la capital, menos Perchel Norte, se encuentra en situación de desempleo. 

A la hora de realizar este informe, el Observatorio de Desigualdad ha analizado “la incidencia territorial de las desigualdades en esta comunidad autónoma”, teniendo en cuenta el crecimiento de la población y su actividad económica. En el caso de Málaga, en el informe se expone que la capital “responde a los desiguales efectos distributivos que ha traído consigo las nuevas orientaciones económicas (el Parque Tecnológico) y turísticas (cultural, congresos y de cruceros)”. 

En este sentido, señalan que en la capital conviven tres grandes realidades, muchas de ellas en zonas cercanas y próximas al centro. Por un lado, conviven “poblaciones de alto nivel económico, beneficiarias directa o indirectamente de la terciarización experimentada en la ciudad”, por otro lado se encuentran “las poblaciones de clase media, fundamentalmente obreras, pero con cierta vulnerabilidad, por problemas de desempleo y de acceso a la vivienda”. Por último, el tercer grupo está conformado por “poblaciones con niveles de marginalidad y exclusión social más alto”, tanto de la ciudad como de toda Andalucía. 

La población de la capital asciende a los 579.076 habitantes que tras el boom turístico ha observado cómo han incrementado los desequilibrios socio-económicos internos. Al observar los mapas elaborados para este quinto informe, se puede apreciar que las barriadas de la capital se dividen en diferentes grupos según su renta. Las zonas más ricas, donde sus habitantes tienen anualmente más de 40.000 euros, son El Limonar-Cerrado-Calderón, La Malagueta, La Caleta, Bellavista, El Rocío y El Morlaco. De igual forma, en la zona Ciudad Universitaria, Los Morales, Los Almendros, El Chaparral y Carretera de Cádiz conviven familias cuyos ingresos son superiores a los 40.000 euros o rondan entre los 30.001 y los 40.000 euros. 

Los barrios con menos ingresos dan una imagen "insegura de cara al exterior"

Por otro lado, las zonas con rentas medias (25.001-30.000 euros) o media-baja (20.001-25.000 euros) se encuentran aquellas secciones cercanas al centro histórico, como los distritos de Carretera de Cádiz, Cruz de Humilladero, Bailén-Miraflores y Ciudad-Jardín. Estas zonas a día de hoy “aparecen prácticamente soldadas al centro y a sus funciones económicas, y dan cobijo a poblaciones de trabajos modestamente remunerados”. Además, en Cruz de Humilladero también hay población, cuya renta es menor a los 20.000 euros. Otras zonas que “no están afectadas por procesos de gentrificación y turistificación” y tienen estas rentas son Santa Marta, Carranque, Perchel Norte, Plaza de Toros Vieja. Esto indica, según este informe, que estas barriadas “han quedado al margen de los procesos de renovación estética y funcional del centro histórico y que mantienen el estigma de zona marginal e insegura de cara al exterior”. Esa imagen “tiene mayor peso” en Palma-Palmilla, ya que en la zona hay carencias estructurales en los inmuebles, en los equipamientos, en el tejido comercial y en los servicios públicos.

El informe destaca que en estas zonas es frecuente el “absentismo escolar de la población infantil, la disidencia de sus habitantes ante las cargas impositivas, la presencia de economía sumergida y la existencia de conflictos sociales, por el protagonismo de grupos y bandas delictivas”. Esto sucede en Palma-Palmilla, a la que también se suma los Asperones con “manifestaciones de chabolismo”. 

El desempleo es mayor en los barrios más pobres

En cuanto al paro, las cifras de desempleo están muy vinculadas con las de la renta familiar, por tanto son mayores en las zonas de Cruz de Humilladero, Bailén-Miraflores y Palma-Palmilla, en torno al 30%, donde gran parte de los trabajadores se dedican al sector de la construcción y al de la restauración. En cambio en la zona de El Limonar, Cerrado-Calderón, Ciudad Universitaria, Guadalmar y Puerto de la Torre, el paro entre sus residentes ronda entre el 20% y el 15%, donde los trabajadores suelen ser empresarios o funcionarios del sector público.

Con respecto a la formación sucede lo mismo que con los datos del desempleo, es decir, a mayor renta, mayores son los estudios que tiene la población. En El Limonar, entorno de la Ciudad Universitaria, centro histórico y frente litoral de Carretera de Cádiz un 50% de la población tiene estudios superiores. En cambio, en el sector occidental y septentrional de la capital solo el 25% alcanzan este nivel académico. 

Cabe señalar que la razón de mortalidad también es alta en los distritos con rentas bajas o muy bajas, además de tener un mayor desempleo y un alto riesgo de exclusión social. Estas zonas son  Palma-Palmilla, La Trinidad Este, San Felipe Neri y Lagunillas. En esta línea, en algunas zonas con rentas medias o medias-bajas, como  Carranque, Cruz de Humilladero, La Merced, La Trinidad y Centro Histórico, la razón de mortalidad es alta. En cambio, en las barriadas “de estatus económico más alto” el riesgo de mortalidad es “ínfimo”.