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Primer repostaje de 2024 en el puerto de Málaga

Maniobra de repostaje realizada el pasado Miércoles Santo en el puerto de Málaga. Maniobra de repostaje realizada el pasado Miércoles Santo en el puerto de Málaga.

Maniobra de repostaje realizada el pasado Miércoles Santo en el puerto de Málaga. / J. C. Cilveti

Hace unos días, en concreto el 27 del presente mes de marzo que para más señas fue Miércoles Santo, el puerto de Málaga vivió la primera operativa de repostaje barco a barco que se lleva a cabo en 2024. Atracado en el muelle norte de la estación marítima de levante, el buque de crucero Marella Explorer 2 recibía por su costado de estribor 600 toneladas de combustible suministradas por el buque cisterna Hercules 400; un abastecimiento que se prolongó durante algo menos de siete horas.

Pero con independencia de este hecho y con el añadido de que la operativa del Hercules 400 ha sido hasta la fecha la tercera que este buque efectúa en aguas malagueñas tras haber realizado dos en 2022, hoy, quiero reseñarles cómo el suministro de combustible barco a barco en el puerto de Málaga no termina de convertirse en algo habitual.

Iniciada esta actividad en 2010, el barco de turistas Grand Voyager estrenaba estos trabajos que prometían dar un plus extra al tráfico crucerista del puerto malacitano. Cumplimentados durante aquel año tres suministros más, estas novedosas maniobras de repostaje quedaban paralizadas hasta abril de 2017, fecha en la que el barco de turistas Horizon retomaba estas operativas. Tras efectuarse en aquel 2017 veinte suministros a buques de crucero, uno a un mercante y dos a sendos barcos militares, todo apuntaba a que esta actividad se convertiría en algo muy frecuente en las aguas malagueñas. Después de diez repostajes en 2018, seis al año siguiente y tras quedar superada la crisis sanitaria mundial, estas maniobras quedaban otra vez paralizadas en el puerto de Málaga. Retomadas tímidamente en 2022 con dos operativas y en 2023 con una, el suministro de combustible barco a barco regresaba hace unos días al puerto malagueño.

Con la esperanza de que vuelvan a repetirse muchas más jornadas como la del pasado Miércoles Santo, la realidad de esta actividad pasa por el hecho de que un buque cisterna tenga que llegar al puerto de Málaga cargado de combustible procedente de otro lugar para realizar la correspondiente maniobra de repostaje; una acción costosa que, a tenor de la trayectoria que les acabo de reseñar, tal vez no sea algo demasiado rentable.

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