economía | una década en una montaña rusa

La resaca de la crisis en Málaga

  • Se cumplen 10 años de la quiebra de Lehman Brothers que abrió la caja de Pandora

  • Málaga ha sobrevivido gracias al turismo y se han sumado hitos en infraestructuras o finanzas

Las crisis económicas no arrancan un día concreto pero ayer sábado, 15 de septiembre, se cumplieron diez años de la quiebra del banco de inversión norteamericano Lehman Brothers. El globo de la morosidad hipotecaria se fue hinchando durante meses y les explotó en la cara, provocando una de las mayores crisis financieras de la historia. Su repercusión más directa en Málaga fue el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el cierre de miles de empresas y una tasa de paro por las nubes. Vinieron los desahucios, las colas en los comedores sociales, el miedo... La crisis, como tal, se puede dar por concluida ya que Málaga lleva varios años consecutivos de crecimiento económico pero aún quedan efectos de la resaca. Este diario hace un balance de cómo estaba la provincia en 2008 y en qué momento se encuentra ahora. Pese a que han sido años muy duros, Málaga también contabiliza alegrías importantes y mira al futuro con ilusión.

Hay más parados que hace 10 años, pero también ha crecido la población activa

Turismo: el salvavidas

Todos los expertos coinciden en señalar que el turismo ha sido la tabla de salvación de la economía provincial gracias a que, pase lo que pase, el clima, la playa y el modo de vida de la Costa del Sol siempre son un reclamo para millones de personas, principalmente británicos y españoles. El bolsillo no estaba para florituras y los hoteles tuvieron durante años los precios congelados, pero ha crecido de forma notable tanto el número de viajeros como de pernoctaciones hoteleras. En 2008 los hoteles malagueños contabilizaron 4,87 millones de viajeros que realizaron 17,35 millones de pernoctaciones. En 2017 se alcanzaron los 5,3 millones de viajeros y 19,8 millones de pernoctaciones, mientras que entre enero y julio de este año ya hay 3,1 millones de turistas y 11,4 millones de pernoctaciones.

En cualquier caso, el turismo ha cambiado de forma radical en una década por tres circunstancias. La primera es que se ha impuesto internet, han surgido miles de plataformas de reserva y los touroperadores han perdido peso. La segunda es que han proliferado las líneas aéreas de bajo coste y han puesto el mercado patas arriba, siendo Ryanair la compañía líder indiscutible en el aeropuerto de Málaga -en lo que va de 2018 ya ha superado los tres millones de pasajeros-. En tercer lugar están las viviendas de uso turístico. Siempre se han alquilado casas para veranear en Málaga, pero la irrupción de plataformas como Airbnb facilitó el proceso hasta el punto de que ya hay más plazas disponibles de viviendas que de hoteles. No hay datos oficiales sobre las pernoctaciones de las viviendas, pero se están llevando un buen trozo del pastel.

construcción: un golpe duro

Ha sido el sector más afectado por la crisis. Ahora se está recuperando, pero a un ritmo lento. Cayeron firmas con más humo que ladrillo como Aifos o Evemarina y empresas históricas como Vera o Procusan. Entre 2002 y 2007 el sector se volvió, como reconocen los promotores en privado, auténticamente loco. Se vendía todo sobre plano en días, los bancos daban hipotecas por encima del 100% del valor, las empresas tenían que robarse las cuadrillas de empleados unas a otras para poder trabajar y el precio se disparó. El salario de los malagueños era el mismo, se sabía que el batacazo iba a ser de órdago... pero todo el mundo prefería mirar para otro lado pensando que siempre habría una revalorización del inmueble. No fue así. En 2008 todo estalló y las ventas cayeron un 32% respecto a 2007 al contabilizar 28.754 operaciones. Muchas de esas ventas se habían producido con anterioridad y en 2008 se suscribió la hipoteca. El sector le vio las orejas al lobo y solo visó 13.022 viviendas, un 55% menos. En los años siguientes fue disminuyendo aún más hasta tocar fondo con menos de un millar.

Entre enero y julio de este año se han realizado 19.425 compraventas de viviendas, siendo la mayoría usadas, y en el primer semestre apenas se han visado 4.154 inmuebles. Son volúmenes más altos que en años anteriores, pero claramente insuficientes para la demanda de una provincia como Málaga. No obstante, no todos los mercados son iguales. Málaga capital sí está en ebullición con nuevas promociones en Teatinos, Pacífico o Parque Litoral y hay tres megaproyectos en la zona de la Térmica o Martiricos.

Tras los años de la crisis, el sector de la promoción también ha dado un giro de 180 grados. Los fondos de inversión son los nuevos amos del negocio, nadie se arriesga a mover un ladrillo si no hay un nivel alto de prereservas y los bancos miran con lupa la concesión de cualquier hipoteca. El precio está por debajo del máximo histórico alcanzado en 2007, pero está en continuo aumento y la diferencia es cada vez menor.

Agricultura e industria: el auge de Dcoop y nuevos proyectos

En materia agrícola Málaga ha experimentado en la última década la pujanza de los productos subtropicales de la Axarquía como el aguacate o el mango y el continuo crecimiento de la cooperativa Dcoop. La firma antequerana dirigida por Antonio Luque es el mayor productor mundial de aceite de oliva virgen y ya factura más de 1.000 millones de euros. Por otra parte, la industria sigue teniendo poco peso en el PIB malagueño. En 2014 cerró definitivamente un emblema como Isofotón, pero actualmente siguen muy vivas las factorías de Fujitsu o Mahou-San Miguel y se han abierto nuevos centros como la fábrica de Cervezas Victoria.

Finanzas: el liderazgo de Unicaja banco

El sector financiero actual no tiene absolutamente nada que ver con el existente en 2008. Han desaparecido, por fusión o absorción, la mayoría de las cajas de ahorro españolas y muchas de ellas tuvieron que recibir ayudas públicas multimillonarias. En todo este terremoto, Unicaja Banco ha salido muy bien parada pues ha sido la única entidad andaluza que ha sobrevivido por sí misma, sin necesidad de obtener ayudas públicas, e incluso ha crecido. Resumir los últimos diez años de Unicaja en unas líneas sería casi épico, pero, a grandes rasgos, se ha convertido en banco, acaba de finalizar la absorción de EspañaDuero y está cotizando en bolsa. En 2008 tenía una competencia atomizada y ahora mantiene su liderazgo en Andalucía, ha sumado el de Castilla León y está entre los 10 bancos más importantes del país.

el PTA: Un pulmón que no falla

El Parque Tecnológico de Andalucía perdió grandes empresas en la crisis, pero la supo suplir con otras. Cada año va un poco mejor y tiene buenas perspectivas de futuro. En 2008 contaba con 509 empresas, 13.640 empleados y una facturación agregada de 1.587 millones de euros. Al cierre de 2017 poseía 634 firmas, 18.750 trabajadores y unas ventas de 1.900 millones de euros.

Infraestructuras: Un fuerte empuje

Málaga está ahora mejor en infraestructuras que hace una década. El AVE, que ha revolucionado la conexión entre Málaga y Madrid, fue inaugurado a finales de 2007 y ya ha sido utilizado por más de 20 millones de personas. Por otra parte, la apertura de la terminal 3 del aeropuerto en 2010 ha supuesto un antes y un después para esta instalación. En 2008 tenía 12,8 millones de pasajeros y en 2018 podría rozar los 20 millones. La hiperronda o los muelles 1 y 2 del puerto han sido otras dos grandes obras que han visto la luz.

empleo: Más ocupados y más parados

El desempleo ha sido la noticia estrella durante esta última década. La aniquilación de la construcción y el cierre de empresas provocó que la cifra no parara de subir llegando a superar los 250.000 parados. En el segundo trimestre de 2008, según la Encuesta de Población Activa, había en Málaga 115.500 parados, 602.700 ocupados y 718.300 activos, arrojando una tasa de paro del 16%. En el segundo trimestre de 2018 hay más activos (790.800), más ocupados (631.000) y más parados (159.800) y la tasa de paro está en el 20,2%. No obstante, Málaga vive un momento histórico en afiliados a la Seguridad Social. En 2008 había 579.609 y el pasado agosto sumaban 622.703. Parte de ese ascenso se debe a los autónomos, que en Málaga ya superan los 116.000, siendo una de las provincias españolas con mayor tirón.

Salario: a la cola de España

Los malagueños tenían un sueldo medio anual bajo en 2008 y siguen igual, a la cola de España. Según los datos de la Agencia Tributaria, el salario medio en esta provincia en 2008 era de 16.269 euros, 2.700 euros menos que la media española. En 2016 -último dato publicado- era incluso más reducido, pues apenas llegaba a 15.651 euros, cuando la media nacional era de 18.835. El 95% de los contratos son temporales, la mayoría se producen en sectores de escaso sueldo como la hostelería o el comercio, y la cotización es baja. Un cóctel peligroso para el futuro.

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