Málaga

Un revuelo de pata negra con Puigdemont

  • Impiden al empresario malagueño denunciado por el ex presidente catalán usar la marca Pig Demont y se plantea cerrar la compañía

Página web de la empresa Pig Demont.

Página web de la empresa Pig Demont.

La noticia de que el ex presidente catalán Carles Puigdemont ha denunciado a una empresa malagueña que vende jamones por internet que se llama Pig Demont y su logo es un cerdo con mucho parecido físico al político fugado ha dado la vuelta a España. Ha aparecido en todos los medios de comunicación e incluso el dueño de la empresa, Alberto González, dio su versión de los hechos en el programa radiofónico de Carlos Herrera. El revuelo ha sido tal que el empresario malagueño ha afirmado sentirse “sobrepasado y preocupado” porque ha recibido muchas amenazas. Prueba de ello es que incluso ha eliminado su número de teléfono de la página web de la empresa.

“Me sorprende que este señor, con la cantidad de circunstancias personales, huido de la justicia, se preocupe por una microempresa malagueña. Dice que hemos copiado su imagen. Yo veo una caricatura de un cerdo, no le veo a él”, dijo González a la Cope, añadiendo que “no ha habido nunca intención de molestar a nadie. Que él se vea reflejado en la caricatura de un porcino, es más problema de él que mio. ¿Si le hubiera puesto coleta al cerdo se enfadaría Pablo Iglesias? Es ridículo”. Este empresario ha defendido el sentido del humor y ha catalogado su empresa como un “proyecto serio que espero que pueda seguir adelante porque es mi medio de vida”.

La Oficina Española de Patentes y Marcas ha impedido a la empresa malagueña usar el nombre de Pig Demont por la impugnación presentada por el abogado de Puigdemont. Esta institución entiende que “hace alusión de manera ofensiva a un ex presidente de una comunidad autónoma, lo que puede herir la sensibilidad de una parte de la sociedad”. González ha presentado alegaciones que confía que se resuelvan en pocas semanas, aunque este jueves ha manifestado a la agencia de noticias Efe que se plantea cerrar el negocio.

La red social Twitter está que echa humo, tanto de defensores de la marca como de contrarios. “Lucrarse despectivamente a través de la imagen de un hombre que ha tenido que abandonar su país y a su familia por estar condenado con delitos que no ha cometido, y habiendo gente retenida en la cárcel por los mismos motivos, no me parece gracioso”, decía una tuitera de corte lógicamente independentista. “Me he reído mucho leyendo esta noticia sobre la pequeña empresa andaluza @pigdemont_. El humor desde la discrepancia también es tender puentes. ‘¿Si le hubiera puesto coleta al cerdo se enfadaría @Pablo_Iglesias_?’ Estoy seguro de que no.”, decía el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique.

A Gabriel Rufián, diputado de Esquerra Republicana, no le hizo tanta gracia el asunto. En la empresa malagueña, además de jamones, también se comercializa el vino espumoso Rufián como “producto de Andalucía” y pone que es de la “variedad charnego”. El pack de jamón serrano y la botella de vino Rufián cuesta 239 euros. Dice el empresario malagueño que el vino tiene una edición limitada y Rufián le respondió por Twitter que era “edición limitado”, se supone que dando a entender una supuesta discapacidad mental del empresario.

González está esperando a que la Oficina de Patentes responda a su alegación y, mientras tanto, tiene paralizada la actividad. En su web anuncia la futura venta de quesos y aceites. Si sigue abierto, habrá que estar atentos a sus nombres, visto lo visto. En cualquier caso, ya se ha comprobado cual ha sido uno de los entretenimientos de Puigdemont en su exilio prófugo de la justicia.

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