Un rincón para toparse con el sol

Un rincón para toparse con el sol
Un rincón para toparse con el sol

12 de julio 2012 - 01:00

ALMERÍA

Al sur de la Península, la costa de Almería se abre al mar Mediterráneo. Su paisaje es muy peculiar, desierta en unas zonas, llena de cultivos de invernaderos en otras, montañosa y con playas rocosas o con dunas, nos ofrece un amplio abanico de posibilidades para el disfrute y el ocio. Es un lugar ideal para encontrase con el sol. La ruta de hoy recorre Almería a través de tres espacios: la zona de Cabo de Gata-Níjar, el levante y el poniente almeriense.

Un pequeño paraíso natural bañado por el mar Mediterráneo. Así se podría describir la zona Almería-Cabo de Gata- Níjar, la menos urbanizada y más virgen de toda la provincia. Su paisaje, que se extiende desde las playas de la capital hasta el litoral del Parque Natural que lleva su nombre, es sencillamente espectacular, destacando rincones como el Arrecife de las Sirenas, que se encuentran junto a núcleos costeros de pescadores por los que da gusto pasear, tan sólo para admirar sus tradiciones.

Tranquilidad pero sin descuidar las óptimas condiciones de sus playas. La localidad de Níjar cuenta con rincones llamativos como Cala de la Polacra, Playa de los Genoveses, El Mónsul o Cala Media Luna, ideales para perderse unos días y disfrutar de la atractiva combinación de silencio, sol y agua. El Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, declarado Reserva de la Biosfera, posee una diversidad paisajística que permite al visitante pasear por salinas o dunas. Su extensión y su variedad permiten al turista realizar más de 18 itinerarios habilitados a pie.

El levante almeriense ofrece estampas únicas y el desigual relieve de la costa es lo que le confiere su propia personalidad y, sin duda, su mayor atractivo de cara a los turistas. Esta franja costera, que se extiende desde el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar hasta el límite con la provincia de Murcia, ofrece al turista desde amplias playas de arenas finas y doradas hasta abruptos acantilados, con pequeñas y recoletas calas. Una orografía que confiere un encanto personal a pueblos pesqueros como el de Garrucha o Mojácar, que se encarama blanco e impoluto a gran altura sobre el mar.

El poniente almeriense se caracteriza por ser la más turística tanto por los núcleos de población como por el tipo de terreno en el que se enclava. La costa presenta un relieve de líneas suaves que propicia la presencia de playas amplias, bien comunicadas y en las que el turista puede disponer en pocos metros de multitud de servicios. El gran carácter turístico no hace, sin embargo, que el disfrute de esta zona esté reñido con el entorno natural. Prueba de ello son las playas vírgenes que posee este litoral, al igual que los parajes naturales como el de Punta Entinas-Sabinar, la Reserva Natural de Las Albuferas de Adra, el Arrecife Barrera de Posidonia, en Roquetas de Mar, o las Salinas de Guardias Viejas, lugares con encanto y de obligada visita.

Los amantes del windsurf tienen en la Ensenada de San Miguel, en El Ejido, y en Playa Serena, en Roquetas de Mar, un lugar de ensueño y los golfistas pueden escoger entre varios y completos campos. Al atardecer un paseo en barco, con salida desde los puertos deportivos de Aguadulce, Roquetas de Mar, Almerimar o Adra.

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