Roban en la iglesia del Cementerio Inglés de Málaga el dinero de las limosnas y donaciones
El ladrón entró en el templo tras hacer un agujero en el techo, y huyó con la recaudación que la parroquia destina al comedor de Santo Domingo
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Málaga/La iglesia de Saint George, en el Cementerio Inglés de Málaga, ha sufrido un robo. El ladrón se coló en el interior del templo a través del tejado, presumiblemente haciendo un agujero por el que accedió. Lo más doloroso, según lamentan, es el botín con el que huyó, porque se llevaron el dinero de las limosnas y las donaciones que la parroquia recauda para el comedor benéfico de Santo Domingo.
Aunque de momento se desconoce el momento exacto en que se produjo el robo, Caroline, la sacristana de la parroquia y quien dio el parte del suceso, apunta a que debió de ocurrir a primera hora del lunes. "Fue el lunes por la mañana, vale. Sí, pero entre las 7 y las 8, porque el jardinero estuvo allí. Normalmente los lunes está cerrado el cementerio", explica. A esa hora, el recinto ya estaba vacío, lo que habría facilitado el acceso del intruso sin ser detectado.
Tras inspeccionar el templo, los feligreses descubrieron un boquete en el techo y notaron la ausencia de la cesta con la limosna del domingo y de una caja de madera donde se guardaba el dinero destinado a comprar leche para el Comedor Benéfico de Santo Domingo. Sin embargo, Caroline aclara que la cantidad sustraída probablemente no era elevada: "Muy poco, porque en la iglesia no guardamos dinero nunca".
No hay pistas claras sobre la identidad del autor, aunque hay algunas sospechas. "No se sabe nada del ladrón, pero ese día el jardinero vio que había como un vagabundo dando vueltas por el cementerio", comenta la sacristana. Además, durante la inspección del tejado, hallaron una pista que podría estar relacionada con el sospechoso. "Encontramos una bolsa en el tejado, que dentro tenía una gorra negra, que es lo que llevaba el hombre ese día. Ah, que tiene toda la pinta que...", deja caer Caroline, sin terminar la frase, pero sugiriendo que todo apunta a esa persona.
A pesar del susto, la sacristana resta dramatismo a lo ocurrido: "Por suerte solo ha sido un pequeño hurto y nada más". Sin embargo, el sentimiento general en la parroquia es de tristeza y decepción. "Estamos abatidos y con mucho dolor por un hecho tan miserable", aseguran.
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