Camino entre Frigiliana y Cómpeta: una escarpada senda para emular a Frodo Bolsón
Redescubriendo Málaga tras el coronavirus
La etapa 6 de la Gran Senda de Málaga está llena de picos montañosos, sombríos y escarpados
Una montaraz ruta idónea para ponernos los disfraces de hobbit que nos confeccionaron nuestras madres
Recemos por no cruzarnos con Ella-Laraña
Atentos a esto: el Arzobispado de Madrid, Fundación Laudato Sí mediante, ha ideado y trazado en la sierra de la comunidad madrileña lo que ha denominado 'El Camino del Anillo'. La premisa es loquísima: esta ruta está inspirada en la celebérrima obra de Tolkien y sus destinatarios, en siete días y siete noches, completarán un recorrido de 122 kilómetros emulando a Frodo Bolsón para que se deshagan de su "anillo interior" (!).
Seguro que os ha entrado la risa floja al imaginar una reunión de brainstorming mantenida entre los genios del Arzobispado de Madrid y los brillantes pensadores de la Fundación Laudato Sí en la que acaban gritando: "¡Qué ideaca! ¡Lo vamos a petar, chavales".
Ficha
Ruta: lineal.
Inicio: Frigiliana.
Meta: Cómpeta.
Distancia: 25 kilómetros.
Dificultad: compleja.
Tiempo: 12 horas aprox.
Pues no os riáis tanto que aquí tenemos lo nuestro, ¿o no recordáis el plan de Rincón de la Victoria para crear un parque temático tolkiano en su término municipal? Y ¿en qué quedo aquello? Cero sorpresa: en nada. (Alguien debería realizar una antología de proyectos que se presentan cada año en Fitur y que llegan al destino que se barrunta desde el primer momento: a ninguna parte).
Bueno, ¿a qué venía todo esto? Ah, sí, pues esto nos ha venido a la mente tras darle vueltas a cómo hablar de la ruta que conecta a Frigiliana con Cómpeta. Este camino, que corresponde a la etapa 6 de la Gran Senda de Málaga, recorre cerca de 25 kilómetros de montes y discurre entre fuertes repechos. De hecho, poca broma: supone una dura ascensión de más de 1.200 metros de altitud en una sierra con picos que superan los 1.700.
Por ello hay que remarcar que es peligroso hacer el tonto y aventurarse fuera de los senderos balizados: el relieve de esta etapa que serpentea entre montañas es muy quebrado, con valles encajados, tajos impresionantes, gargantas y pendientes cerradas. Hay numerosas veredas que ascienden o descienden de los picos, de modo que si no se conocen estos ramales hay que ceñirse al trazado de la etapa.
Un paisaje digno de los disfraces de hobbit y elfo que nos hicimos nosotros mismos para ir a alguna reunión de freaks; hay que tener cuidado con la peluca, no vaya a ser que se nos resbale por el sudor, nos tape los ojos y nos peguemos una pineapple considerable.
Bueno, vamos a comenzar que menudo arranque largo nos ha quedado.
La ruta se inicia, como se sospecha, en el blanco pueblo de Frigiliana, saliendo por el antiguo camino de Cómpeta. Pasando por las fértiles vegas del arroyo de los Bancales, la pista aparece a tramos hormigonada, debido a la cercanía al pueblo y a la intensa actividad hortofrutícola, por lo que veremos plantaciones en bancales de aguacates, granados, chirimoyos...
Tras cruzar este tramo comienza la primera subida hacia el carril de la loma de la Cruz. Seguimos ascendiendo hasta alcanzar el paraje de Cuatro Caminos que se interna en los bosques de pinos del Parque Natural de sierra Tejeda-Almijara y, poco a poco, emprende el descenso hacia el Acebuchal.
Por aquí pasaremos por una casa donde hay un mural de azulejos en el que se cuenta la historia de una huérfana que fue enterrada (suponemos que tras fallecer) y resucitó, con el consabido truculento relato del traslado de sus restos a Vélez Málaga (si esto fuera los USA ya tendríamos toda una saga de películas de terror de la Huerfanita de Frigiliana).
La historia de las alquerías del Acebuchal Alto y el Acebuchal Bajo está muy ligada al camino de Granada, a Cómpeta y Frigiliana.
Debemos recordar que, a partir del Acebuchal, no hay ningún punto habitado. Como hemos dicho, el sendero es largo y montañero, por lo que es imprescindible planificar bien esta actividad: es decir, llevar suficiente agua, refrigerios, algún tentempié, batería en el móvil para los selfies...
Después de dejar atrás el Acebuchal, una vereda asciende bajo un pinar de carrascos, en un paraje de umbría con un matorral denso de enormes aulagas y romeros y otras plantas.
De hecho, se pasa muy cerca de unas colmenas que aprovechan los densos romerales de estos parajes, situados en la venta del Cebollero o de Jaro, que se sitúa antes del camino de Granada.
A partir de aquí, se bifurca el trazado, pero nosotros seguimos el tramo que asciende al puerto de la Páez Blanca a 750 metros de altitud, dejando a la izquierda el cerro Verde.
Buscando Cómpeta nos dirigimos al cerro de las Tres Cruces hasta el barranco Moreno y el cortijo del Daire, desde donde se domina el paisaje, y desde donde tomaremos rumbo hacia el collado de los Hornillos y la Cruz de Canillas, la parte más montaraz de la etapa.
El collado es el punto más alto del recorrido y, a partir de la Cruz de Canillas aparece sierra Tejeda en todo su esplendor, al noroeste, y la sierra de Játar al norte.
Desde aquí se elige el ramal que sigue hasta el collado Moyano, y tras atravesar un hermoso bosque de pinos resineros, se baja a Cómpeta tras una bifurcación por la encrucijada de caminos del puerto del Collado.
Las primeras casas de Cómpeta confluyen en la plaza del Carmen, donde daremos por concluida la etapa y donde nos quitaremos nuestros disfraces de la familia Bolsón antes de que nadie se ría de nosotros.
También te puede interesar
Lo último
Natación | Mundial en piscina corta
Carles Coll se proclama campeón del mundo de los 200 metros braza
Contenido ofrecido por Universidad Loyola
Contenido ofrecido por Aguas de Torremolinos
CONTENIDO PATROCINADO POR A MERCADORIA