La ruta más refrescante
HELADOS EN EL CENTRO
El verano, que no arrancará oficialmente hasta la próxima semana, ha irrumpido este año con fuerza. La necesidad de contrarrestar las altas temperaturas obliga a las heladerías de la capital malagueña a incorporar nuevos sabores a sus productos. En su afán por innovar y sorprender a sus clientes, cada vez son más las cadenas que apuestan por el yogur helado como reclamo, un alimento natural que parece estar de moda. Lo cierto es que en el último año el número de heladerías se ha incrementado notoriamente en el centro de la ciudad, hasta el punto de que en cada esquina puede encontrarse un local con recursos gastronómicos destinados a aliviar el calor.
La ruta del helado comienza en calle Larios, de la mano de uno de los establecimientos más antiguos de Málaga. Fundada en 1890, la tradicional Casa Mira cuenta con el aval de más de un siglo de experiencia y una carta que incluye hasta 30 sabores diferentes. El helado de turrón -con intenso sabor a almendra tostada-, leche merengada -que destaca por su suave toque de canela-, además de la horchata, son sus productos estrella. Otra de las apuestas más fuertes es la denominada blanco y negro, un granizado de café servido con helado al gusto. Sin embargo, la clientela joven exige la incorporación de sabores como mango y kinder, explica Pequi, empleada del local, que ha atendido incluso a la cuarta generación de varias familias.
El recorrido continúa con Solo Qui, una heladería artesana italiana. Aterrizó en Málaga hace solo dos meses, pero los resultados han sido sumamente satisfactorios, lo que explica que sus responsables tengan prevista la apertura de tres establecimientos más este verano. Su secreto pasa por ofrecer trece modalidades de sorbetes (elaborados con agua, azúcar y fruta), junto a 32 sabores de helados, servidos en cornetes de tres tamaños, que se adaptan a las necesidades de cada persona. También los hay sin azúcar -ideales para diabéticos-, o con leche de soja, dirigidos a los alérgicos a la lactosa. "El de chicle rosa llama mucho la atención de abuelos y niños. Sabe a boomer de toda la vida", subraya Estrella, encargada del negocio.
La siguiente parada de rigor es la franquicia italiana Stickhouse, donde puede degustarse una exquisita variedad de 16 polos artesanales cremosos, con la posibilidad de bañarlos en cuatro tipos de chocolate (negro, blanco, con leche o negro con almendra) y de granillo (coco, almendra, pistacho o avellana). Para adaptarse a los gustos más exigentes, la casa oferta también un total de 18 sorbetes, preparados con frutas de temporada. Por solo 2 euros, se han consolidado como los productos más solicitados desde que la heladería abriera sus puertas en Málaga hace dos meses. Maracuyá, piña y naranja con canela destacan entre los sabores de verano que la gente demanda en mayor medida. "Licuamos la fruta y la preparamos nosotros mismos. No usamos conservantes", afirma Álvaro, camarero de Stickhouse. Los más golosos están de suerte, ya que por cada seis polos artesanos que consuman, la heladería les sirve otro gratis a su gusto. Para acogerse a esta oferta, solo es necesario presentar la tarjeta Ocio Mediterraneum.
Arrasa en casi todo el mundo y está presente en más de 70 puntos de la geografía española, además de en países como Bélgica, Rusia o Portugal. Llaollao llegó a Málaga el pasado 2011 con la especialidad natural frozen yogurt, que constituye un nicho prácticamente sin explotar. En su extensa carta triunfa el llamado sensaciones, un mix de granizado de sandía o naranja con yogur y fresas naturales; junto al sanum, formado por tres capas de fruta fresca con semillas caramelizadas y cereales con miel cubiertos por el original yogur, cuenta Miguel, responsable del local.
La competencia es muy dura, pero la gelatería Taormina, situada en la plaza del Carbón, también ha sabido hacerse un hueco en el panorama malagueño. Un stand gigante en forma de helado recibe a sus clientes en la puerta. Batidos de frutas naturales y smoothies, con un coste de 3,20 euros, café, granizados y tarrinas, con 25 posibles sabores. "El de Málaga, turrón, kínder, tarta de queso y otros típicos como stracciatella y tiramisú gustan muchísimo", asegura Fabiana, camarera en el negocio. Entre los más jóvenes, las gominolas triunfan casi tanto como el chocolate, mientras que la fruta seduce a los paladares más tradicionales. Taormina continúa "intentando acercar a la gente el típico helado italiano, que ahora incorpora más sabor que nunca".
Smöoy, por su parte, da nombre a una nueva fórmula de yogur helado, que ofrece dos variedades (natural o con frutas). Otros de sus productos que cuentan con bastante aceptación son los freezers (granizados) y los twister (combinados).
Si la imaginación no tiene límites, deleitarse con cantidades industriales de postres exquisitos, tampoco. Con esta política comenzó Berry's su andadura en Málaga el pasado 16 de marzo, para convertirse así en el primer self service de yogur helado de Europa. Al llegar, el cliente tiene la posibilidad de servirse la cantidad que desee de este producto, elaborado con leche desnatada y sin gluten, al que además puede añadirle una amplia variedad de salsas y toppings: brownie, nutella, lacasitos, nubes, mermelada o frutas naturales, entre otros. "Resulta muy divertido, porque cada persona se fabrica su propio yogur, para lo que cuenta con 40 sabores y 5 máquinas", detalla Sara, la encargada de Berry's. Con descuentos de un 20% en todos sus productos de lunes a jueves y, hasta las 5 de la tarde, en el caso de los viernes, la yogurtería pone a disposición de los clientes este novedoso autoservicio de yogur helado por 1,29 euros los 100 gramos.
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