Málaga

La salinidad del Guadalhorce está acabando con los cultivos

  • Los agricultores denuncian que en las parcelas donde dependen exclusivamente del agua del canal, los cítricos se están perdiendo y critican que no tengan acceso al agua

La elevada salinidad con la que baja el agua que los agricultores de la comarca del Guadalhorce utilizan para regar sus cultivos está acabando con ellos. Las comunidades de regantes que no tienen posibilidad de perforar pozos propios llevan décadas sufriendo un problema que aseguran que se está agravando y que está haciendo que muchos abandonen la actividad ante la falta de una solución que frenen los recursos salobres del manantial de Meliones que están salinizando el agua del pantano del Guadalhorce.

Los que lo están pasando peor son los agricultores que dependen exclusivamente del agua que les llega desde el canal de riego que conecta con el embalse. La comunidad de regantes Costilla la Cota, que abarca unas 120 hectáreas de cultivo en la zona de Santa Rosalía de la capital, es un ejemplo de las consecuencias que la alta salinidad del agua del pantano le ha ocasionado durante décadas, ya que ha habido veces que ha llegado a sus parcelas con entre tres y cuatro gramos de sal por litro cuando lo que recomienda la Consejería de Agricultura es que el máximo tolerable por la tierra son 0,7 gramos.

Joaquín Gálvez, un veterano agricultor de la zona, ha sufrido en primera persona tales excesos. Durante décadas se ha dedicado en cuerpo y alma al cultivo de las diez hectáreas de cítricos que tenía en esta zona, pero la elevada salinidad del agua del canal con la que tenía que regar y la imposibilidad de perforar un pozo propio le obligaron el año pasado a arrojar la toalla. "Los pocos árboles que han aguantado los arranqué porque ya no eran rentables", aseguró este agricultor que en su día llegó a tener una producción anual de 160.000 kilos de naranjas y alrededor de 100.000 de limones. Para intentar no perder lo que ha logrado durante toda una vida, Joaquín ha llevado a cabo una importante inversión para colocar nuevas tuberías e intentarlo otra vez. El problema ahora es la concesión de agua. La que tenía autorizada desde 1976 está siendo revisada y "me han dicho que no hay para darme tanta", explicó.

Es una de las mayores preocupaciones de los agricultores de la zona, según el secretario de la Asociación Provincial de Regantes de Málaga, Juan Antonio Aguilar, que únicamente tienen garantizado el riego de mayo a octubre porque "el resto del año el agua que baja por el canal es más salada porque es tratada en la desalobradora de El Atabal para el abastecimiento de la capital".

Y si nada lo remedia la situación será aún peor cuando entre en vigor el nuevo plan hidrológico para la cuenca Sur que prepara la Agencia Andaluza del Agua, ya que todas aquellas parcelas agrícolas que se encuentren dentro del plan coordinado de riego del Guadalhorce no tendrán concesión para el uso de las aguas subterráneas para el riego. Los agricultores han puesto el grito en el cielo y exigen a la Junta de Andalucía una solución que les garantice el agua para el riego.

Aseguran no entender cómo en este documento, que está a punto de ser aprobado por el Consejo Andaluz del Agua, no se contempla ninguna obra que ponga fin a la salinidad del manantial de Meliones y que lo único que se plantee sea la construcción, y no antes de 2021 puesto que no ha sido considerado como un proyecto "prioritario", de una desaladora en la parte baja del río Guadalhorce. Mientras tanto, el presidente de la comunidad de regantes Costilla lo Cota, Francisco Mora, insistió en que los cultivos "necesitan agua durante todo el año" y que si no se remedia "nadie se atreverá a plantar nada por miedo a no tener con qué regar". De hecho, las pequeñas huertas de alcachofas, lechugas o patatas cada vez son menos en esta zona porque su fragilidad frente a la elevada salinidad con la que baja el agua es mucho mayor que la de cualquier árbol.

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