El Área de Sostenibilidad del Ayuntamiento de Málaga ha propuesto para sanción a un bar del Centro, el Safari, reincidente en lo que a sanciones por ruido se refiere. El mismo contaba con un decreto de cierre cautelar del equipo de música durante dos años que aún estaba en vigor, según certifican desde el propio Consistorio, pese a ello abrió el local con música el sábado y el domingo, personándose la Policía Local ambos días y levantando el acta correspondiente. 

Se da la situación de que el Safari tiene varias sanciones interpuestas por el área de Sostenibilidad que ascienden cerca de los 60.000 euros entre sanciones muy graves por incumplimientos reiterados en relación con el ruido que emite y otras, graves, por no colaborar con los técnicos municipales en el momento de las inspecciones. Además, ya incumplió el 18 de agosto, en la Feria de Málaga, la sanción que le impide la emisión de música.

En total, son dos faltas muy graves y tres faltas graves, a expensas de la propuesta de sanción de este fin de semana, que suman en total 57.600 euros.

Después de varios meses cerrado –con un cambio de nombre, de Safari a SFR Club– el local volvió a abrir este sábado y en el momento en que los agentes municipales les solicitaron la documentación que les permitía hacer uso del equipo de música estos presentaron una declaración responsable, aduciendo que la sanción era de título personal del anterior dueño y que el nuevo propietario podía ejercer. 

Desde Sostenibilidad afirman haberse puesto ya en contacto con el nuevo titular, habiéndole trasladado que la medida cautelar sigue vigente, motivo por el que los agentes municipales volvieron a personarse el domingo. Al seguir en vigor la sanción, apuntan desde el Consistorio, en el local no se puede ejercer la actividad, es decir, sólo podrían abrir sin hacer uso del equipo musical. 

Es por ello, que desde el área han planteado que, si quieren resolver la situación deberán presentar un informe técnico que confirme haber solucionado la situación y describiendo las medidas correctoras. Entonces, deberán ser técnicos de Sostenibilidad los que lo revisen y den el visto bueno, o no, a la acción. "Se le ha recomendado que cese la actividad para evitar sanciones", aseguran desde Sostenibilidad. Pese a ello, en sus redes sociales sigue anunciando una fiesta el martes para celebrar Halloween y el lunes a la hora del cierre de este artículo el local estaba abierto. 

Además, en una reunión interáreas del Consistorio para el seguimiento de las Zonas Acústicamente Saturadas fechada en abril de este año a la que ha tenido acceso este medio,  se propone "pensar en otras medidas como la citada sanción accesoria de cierre dando que las sanciones económicas no surten efecto", además de asegurar una de las personas presentes que "debería informarse de las consecuencias del cierre de un establecimiento en la zona ZAS, así como de su posible reapertura". En la misma, un miembro de Gestrisam aseguraba que las sanciones económicas hasta el momento estaban pendientes de pago.