Málaga

Una sanitaria de la UCI del Regional contagiada: “Nos critican los que se van a ver las luces”

  • Profesionales se sienten “preocupados por no meter el virus en casa” y por la salud de sus compañeros, a la vez que dolidos por las críticas que reciben

Una ambulancia entra al Hospital Regional contagiada.

Una ambulancia entra al Hospital Regional contagiada. / Javier Albiñana

Preocupados y algo dolidos. Así se sienten algunos profesionales de la UCI del Hospital Regional contagiados de Covid en el brote que suma ya 80 casos. Preocupados fundamentalmente por no transmitir el virus a sus familiares y por la salud de sus compañeros. Pero también dolidos por el tratamiento de algunos medios de comunicación y por las críticas de las que están siendo objeto.

“Después de casi dos años luchando contra el Covid lo último que queremos es algo así. Si no hay restricciones, ¿por qué este juicio público? La gente que nos critica se va a ver las luces, viaja, acude a conciertos, se va de procesiones... Nosotros no hemos hecho nada prohibido”. Una sanitaria de la UCI del hospital que prefería mantener el anonimato defendía con estas palabras al colectivo.

Recordaba que “todos” los 174 profesionales que acudieron a la comida de Navidad del Servicio de Cuidados Intensivos que podría ser el origen del foco –no está confirmado que lo sea– están vacunados y se hicieron antes test de antígenos, que resultaron negativos. “No era obligatorio, pero nos los hicimos”, apunta. La mayoría se los hizo en el hospital y “tres o cuatro” que ya no están contratados, en su centro de salud. Todos salieron negativos.

“Hemos sido ejemplo durante estos casi dos años. No nos hemos saltado ninguna norma. Hicimos algo que está permitido y teniendo test negativos. No era obligatorio, pero nos los hicimos. Sin embargo, tenemos que soportar un acoso y derribo gratuito”, añadía.

La sanitaria admitía:“Mi primera preocupación fue por mi propia salud, porque sé lo que hace el Covid. Yo he visto morir gente en la UCI con el virus. Pero también sentí preocupación por no meter el virus en casa y porque a mis compañeros no les pase nada”.

Y continuaba:“Tenemos negacionistas en la UCI, porque la mayoría son personas que no se han querido vacunar... Negacionistas a los que hemos tenido que convencer para llevarlos de la planta a la UCI para que no mueran. Yo no los juzgo porque no soy juez, soy sanitaria. No les recrimino nada. Y nosotros, que hicimos algo permitido y tras tener test negativos, tenemos que soportar este juicio público”.

Aseguraba que el Servicio de Cuidados Intensivos “está perfectamente cubierto por los compañeros que se están volcando y se han desvivido” ante este brote que ha mermado personal dado que tienen que estar aislados, bien por estar infectados o por haber tenido un contacto estrecho con un positivo.

La comida fue el 1 de diciembre. El 3 saltó la alarma con el primer caso: una enfermera que tras hacerse una prueba dio positivo. Informó a la supervisora y a Medicina Preventiva, al que de inmediato se remitió el listado de los asistentes al almuerzo. Se les hicieron test de antígenos y empezaron a salir más infectados. Los que estaban trabajando se las hicieron en el hospital y los que estaban de descanso, en sus casas. Muchos estaban asintomáticos, pero los test confirmaron que se habían contagiado.

Algunos profesionales de la UCI recibieron la tercera dosis entre el 30 de noviembre y los primeros días de diciembre. Estos son los que están peor ya que se ha sumado la infección y el efecto de la vacuna.

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