Málaga

Sanitarios de Málaga advierten que el aumento de casos repercute ya en los hospitales

  • Dicen que es “la tormenta perfecta” porque la expansión de la variante delta coincide con el abandono de la mascarilla, la relajación de restricciones y la mitad de la población sin vacunar

Acceso a Urgencias del Hospital Regional.

Acceso a Urgencias del Hospital Regional. / M. H.

La explosión de contagios del último mes –en el que los casos de coronavirus se han multiplicado por cuatro– no sólo afecta en la actualidad a jóvenes que pasan la enfermedad de manera asintomática o menos graves sin ser ingresados. Sanitarios advierten que ya empieza a generar cuadros graves y a impactar en los hospitales de la provincia. De hecho, el lunes había 152 hospitalizados y este martes ascienden a 190. Treinta y ocho más en apenas una jornada; un incremento del 25% de las personas ingresadas en sólo 24 horas.

“Es la tormenta perfecta. Justo cuando nos quitamos la mascarilla, se han disparado los contagios; una situación que empieza a tener repercusión en los hospitales”, resumía el jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Regional, José María Reguera.

El facultativo precisaba que la entrada de la variante delta –que es mucho más contagiosa que las demás– coincide con que aún no está vacunada ni la mitad de la población con las dos dosis (la pauta completa la tiene el 45% de los habitantes), se han relajado las restricciones tras decaer el estado de alarma y la gente se quita la mascarilla. “Es el cóctel perfecto para lo que está ocurriendo”, concluía.

Admitía que los profesionales ven “con muchísima preocupación” los contagios masivos que se están produciendo porque está aumentando la presión asistencial en un momento además en el que las plantillas están mermadas por las vacaciones estivales.

Reguera apuntaba además que, mientras en las primeras olas la media de edad rondaba entre los 70 y los 80 años, ahora se sitúa entre los 40 y los 50. “Es un drama la gente joven que ingresa en condiciones graves. Eso nos afecta a nosotros, a las familias y a los pacientes. Algunos de ellos acaban en la UCI y no es una situación fácil. Nosotros estamos acostumbrados a ver fallecidos, pero en otras edades. Llevar a la UCI a pacientes jóvenes nos afecta. La vida de una persona tiene un valor independientemente de la edad, pero no es lo mismo meter en Cuidados Intensivosa un joven de 28 años que a un abuelo de 85”, reflexionaba.

Con estas palabras explicaba el cambio del perfil del paciente hospitalizado con Covid: de viejitos a personas mucho más jóvenes. Pero también desvelaba los sentimientos más íntimos de los profesionales. Apuntaba que la situación actual preocupa sobremanera en los hospitales. Por un lado, por el importante crecimiento de la presión asistencial. Pero también, por ese descenso de la edad de los ingresados.

Además, Reguera incidía en que el hecho de que los hospitalizados sean ahora personas de menor edad que antes, tiene incluso repercusiones sociales importantes dado que muchos son padres o madres de niños pequeños.

En su opinión, “no se debería haber tomado la decisión” de prescindir de la mascarilla. Posibilidad que se aplica sólo en espacios exteriores y siempre que se guarde una distancia de metro y medio de los demás, pero que casi nadie cumple.

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