El secreto mejor guardado de la UMA

Acceso a estudios superiores Llega la nueva Selectividad

La Universidad de Málaga elabora las copias de los exámenes de Selectividad que utilizarán los alumnos de las nueve universidades andaluzas · La tarea requiere medidas de seguridad para proteger el secreto de las pruebas

El vicerrector de Alumnos, Juan Antonio Perles, en el búnker en el que se custodiaron los exámenes años atrás.
El vicerrector de Alumnos, Juan Antonio Perles, en el búnker en el que se custodiaron los exámenes años atrás.
Encarna Maldonado / Málaga

19 de abril 2010 - 01:00

La Universidad de Málaga (UMA) se encarga este curso de elaborar los exámenes de Selectividad para los alumnos que aspiren a acceder a alguna de las titulaciones de grado de las nueve universidades públicas de Andalucía. "Son millones de copias", indica el vicerrector de Alumnos, Juan Antonio Perles, los que se imprimen, empaquetan y custodian en un ambiente de confidencialidad y secreto extremo

De hecho la UMA ha optado por contratar los servicios de una imprenta, pero con la condición de que únicamente facilitara un técnico para vigilar el funcionamiento de las máquinas. El resto del trabajo lo ha hecho el propio personal del Vicerrectorado de Alumnos. El objetivo es que el menor número posible de personas tenga en sus manos los exámenes y, por tanto, las preguntas. En este momento el personal está preparando paquetes de exámenes con 25, 50 y 100 unidades cada uno conforme a las peticiones expresas de las universidades. No obstante, el envío de las pruebas a cada centro se realizará en los días inmediatamente anteriores a la Selectividad. Durante este tiempo, las pruebas se custodian en instalaciones universitarias dotadas "de todas las medidas de seguridad que podemos".

A medida que se aproxime el 15 de junio, primer día de exámenes en Andalucía, cada universidad andaluza enviará un vehículo para recoger las copias que ha solicitado a la UMA. Lo habitual es que en cada uno de esos automóviles viaje también un responsable universitario encargado de evitar que se pueda producir alguna filtración durante el viaje.

El vicerrector Juan Antonio Perles reconoce que en esta primera edición del nuevo modelo de Selectividad la Universidad de Málaga ha tenido que hacer un ejercicio de "imaginación", puesto que no se cuenta con la experiencia de ediciones anteriores para prever las necesidades de exámenes por asignatura. La cifra de alumnos que acudirá a la concovocatoria de Selectividad de este curso en Andalucía se aproximará a los 30.000, de ellos unos 5.000 serán malagueños. Todos tendrán que realizar los cuatro exámenes obligatorios de Selectividad, pero sólo coincidirán en el de lengua española. En lengua extranjera pueden elegir, así como en el comentario de texto, que podrá ser de historia o de Filosofía. Además, esta fase del proceso incluye también como obligatorio un examen a elegir entre más de 30 opciones, de ahí que resulte complejo prever cuáles serán las elecciones que harán los alumnos.

La segunda fase de la Selectividad es optativa y para la Universidad de Málaga, como fabricante de exámenes, una auténtica lotería. Es imposible estimar en este momento cuántos alumnos se van a presentar a estas pruebas planteadas para subir nota y todavía más difícil prever por qué opciones se van a decantar. Así que la duda es cuántas copias realizar de cada prueba. "Al no existir datos de otros años y tener que imaginar lo que va a ocurrir vamos a máximos, aunque sería triste hacer más exámenes de los que luego serán necesarios", explica el vicerrector Juan Antonio Perles.

Por el momento el único indicio es que la mayoría de las universidades andaluzashan pedido una cifra de copias similar a la del año pasado. Es decir, dan por sentado que gran parte de los bachilleres tratarán de subir nota para lograr plaza en las carreras con mayores dificultades de acceso.

Además, se da la circunstancia de que se han tenido que hacer exámenes de reserva para atender la demanda de alumnos que se presenten a materias que coincidan en el mismo día. Para estos casos se ha arbitrado también en Andalucía un calendario para pruebas coincidentes.

En realidad la UMA es el fabricante de exámenes, porque sus contenidos se han obtenido a partir de un sorteo realizado por una comisión interuniversitaria que elige al azar entre seis tipos de pruebas diferentes elaboradas por grupos de profesores de Bachillerato y universidad. El sistema es tal que ni siquiera los propios docentes que idean las preguntas saben cuáles caerán finalmente en la Selectividad.

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