Economía

El sector de ocio nocturno en Málaga irá a los tribunales si les cierran los locales

  • Los empresarios afirman que son los que tienen más controles ante el coronavirus y se sienten “estigmatizados"

Una discoteca con mesas en lo que antes era su pista de baile.

Una discoteca con mesas en lo que antes era su pista de baile.

El sector del ocio nocturno en Málaga, que engloba a bares de copas o discotecas, teme que le cierren sus establecimientos para evitar una mayor propagación del coronavirus, como ya se ha hecho en otras comunidades autónomas. Los dirigentes de la Junta de Andalucía se reunirán la próxima semana para decidir si toman o no esta decisión, aunque el sector da por hecho que lo hará y adelanta que irán a los tribunales porque entienden que esa medida no está justificada.

“Nos pondremos en manos de los abogados y reclamaremos lo que podamos porque cumplimos todas las normativas y estamos dispuestos a poner más cosas si la Junta de Andalucía nos permite hacer un registro de asistentes, usar termómetros o instalar un nuevo sistema que han probado en un hospital de Granada para eliminar al virus”, explica Juan Rambla, empresario hostelero y directivo de la patronal andaluza del sector.

Este empresario asegura que “no entendemos qué alerta se ha creado con los locales de ocio nocturno cuando según los datos oficiales menos del 2% de los contagios de coronavirus están relacionados con estos establecimientos” y destaca que en el caso de Córdoba, donde ya hay cerca de un centenar de casos positivos, “hubo una cena con muchas personas en una hacienda y varias de ellas fueron después a una discoteca, pero los contagios no fueron solo por la discoteca”.

Rambla afirma que el sector se siente “estigmatizado” y señala que “las discotecas están casi vacías porque solo se permite el 40% del aforo”. Además de las medidas de seguridad de mascarillas, geles o mantener la distancia de seguridad en la cola, el empresario especifica que la normativa les obliga a que los clientes solo puedan estar en mesas y no pueden ir a la barra a pedir, sino que es el camarero el que hace el servicio. “Si alguien quiere bailar lo puede hacer en su mesa porque están prohibidas las pistas de baile y si quiere ir al baño se tiene que poner la mascarilla”, insiste.

Este empresario comenta que “nadie está teniendo tantas medidas de control como nosotros, hasta el punto de que tenemos inspecciones de la policía todas las noches”. Rambla añade que, aunque sean espacios cerrados, tienen por normativa sistemas que renuevan el aire “cada cinco minutos” y destaca que, si les cierran, “el problema será mayor porque la gente joven va a salir de todas formas y es mejor que estén controlados en nuestros locales que en botellones, en cortijos o en fiestas privadas donde no hay ningún control”.

Rambla critica que en el sector paguen todos por pecadores porque “en Málaga ha habido una empresa con coronavirus en su oficina y no por eso se han cerrado todas las oficinas de la provincia” y subraya que su sector “genera un 1,8% del PIB español y si nos cargamos el ocio nocturno eliminamos un valor de atracción para el turismo porque mucha gente viene de vacaciones por las discotecas”.

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