La lluvia de ayer alivió, pero ni de lejos lo suficiente como para compensar el preocupante déficit de precipitaciones que Málaga arrastra desde hace tres años y que afianza la teoría de que se trata de un nuevo periodo de sequía . Apenas se ha recogido la mitad de las precipitaciones normales a estas alturas del año y lo peor es que las previsiones meteorológicas no anuncian la llegada de más lluvia para lo que resta de semana.

El balance pluviométrico de los últimos meses no deja lugar a dudas sobre el periodo seco que arrastra buena parte de la provincia. En el caso concreto de la capital malagueña es evidente. Desde el pasado 1 de septiembre, fecha en la que comenzó el llamado año agrícola, hasta la fecha la estación meteorológica del aeropuerto de Málaga ha recogido solamente 230 litros de los 460 litros por metro cuadrado de media histórica para ese periodo y que incluye las estaciones más lluviosas del año.

Pero este año no ha sido así y prácticamente todos los meses desde septiembre, salvo octubre, han arrojado un pobre balance de lluvias acumuladas. Marzo ha sido el último ejemplo, ya que únicamente cayeron once litros por metro cuadrado en todo el mes cuando la media de toda la serie histórica desde 1942 es de 63 litros por metro cuadrado.

Ocurrió lo mismo en febrero al haberse recogido apenas 23 de los 66 litros por metro cuadrado del promedio de las últimas décadas, y también en enero que cerró con unos 48 litros por metro cuadrado gracias a las intensas lluvias caídas en apenas unas horas. Más llamativo fue lo que pasó en noviembre y diciembre del año pasado, sobre todo, si se tiene en cuenta que son los meses en los que históricamente más suele llover en Málaga y en los que de media se suele recoger un tercio de la lluvia de todo el año. Pero solamente llovió el 1 de noviembre, cuando se recogieron 43 litros por metro cuadrado y no volvió a caer ni una gota hasta principios de enero.

Lo que ocurrió el año pasado es un síntoma a tomar en consideración al cerrar como uno de los más secos de la serie histórica. En todo el año se registraron 322,6 litros por metro cuadrado cuando la media desde 1942 es de 540 litros. No se había registrado una cantidad de lluvia tan baja en Málaga desde 2005, año en el que cayeron 296 litros por metro cuadrado en el que fue el inicio de un largo periodo de sequía que se prolongó hasta finales de 2009. Pero el déficit se arrastra desde 2013. Ese año la media anual de lluvias fue de 355 litros por metro cuadrado, mientras en 2014 fue de poco más de 373.

A pesar de que van ya casi tres años consecutivos con menos lluvias de las que se consideran normales, los expertos consideraban que había que esperar a lo que ocurriera al final del invierno y durante la primavera para afirmar con certeza que Málaga está ante una nueva sequía o, por el contrario, la anomalía hídrica que se está produciendo es ni más ni menos que una característica intrínseca del clima cien por cien mediterráneo. Sin embargo, ante lo ocurrido estas semanas coge cada vez más fuerza la primera opción.

El paso de varios frentes ayer por la provincia de Málaga dejó lluvias generalizadas, más intensas en el interior, aunque las previsiones apuntan a que el buen tiempo se impondrá de nuevo hoy y no se esperan nuevas lluvias al menos hasta comienzos de la próxima semana. 

Las reservas hídricas caen y ya rozan el 50%

Tras un año hidrológico con apenas lluvias, las reservas hídricas acumuladas en los siete pantanos de la provincia de Málaga se han resentido de forma preocupante. A un par de meses de que comience el verano, la época de mayor consumo de agua, los embalses malagueños apenas almacenan 332 hectómetros cúbicos, lo que supone que están a punto de rozar el 50% de su capacidad. En sólo un año los recursos hídricos de los pantanos han descendido 146 hectómetros cúbicos, una cantidad que equivale a lo que una ciudad como Málaga capital consume en unos dos años y medio. de momento, solamente el embalse de La Viñuela se encuentra en prealerta por sequía , aunque los del Guadalhorce están a punto.