silencio, se piensa

LA responsable de Organización del PSOE de Andalucía, Susana Díaz, decidió darse ayer un garbeo por Málaga para pegar un zapatazo reclamando silencio y mostrar a las claras el apoyo que continúa teniendo el secretario general de Málaga, Miguel Ángel Heredia. La número 2 del socialismo andaluz reforzaba con su presencia la serie de medidas que en los últimos días han ido poniendo en marcha sus colegas malagueños, en pro de encauzar críticas y propuestas a través de los órganos internos, aunque es evidente que les ha costado reaccionar y ponerse al frente de un proceso que debería conducir a salir del agujero donde han caído y que, en algún momento, parecía que se les iba de las manos.

Silencio, se reflexiona, vino a decir Díaz que explicó por activa y por pasiva que si después del batacazo del 22-M lo único que se piensa en su partido es "en hablar de nosotros mismos, es que no hemos entendido ni el mensaje, ni el castigo en las urnas", para insistir en que en el PSOE "hay órganos internos suficientes para expresarse". Dando pie a que a continuación Heredia explicara, con claridad, ante los periodistas la "hoja de ruta" prevista para los próximos meses, con un periodo de elaboración y recogida de propuestas que culminará a mediados de julio, con la celebración del comité provincial, y que desembocará, se supone que con el mensaje ya maduro, en la anunciada conferencia para el próximo otoño.

A medida que pasan los días parece que en las filas socialistas se van sosegando los ánimos y que al margen de alguna escaramuza, como la aireada ayer desde Ronda, las aguas parecen querer volver a su cauce, consciente la gran mayoría de la militancia de que los nervios ante lo sucedido sólo pueden llevar a viejos enfrentamientos que nunca son buenos compañeros de viaje, y ahora menos que nunca.

En la misma jornada se produjo una llamativa toma de posición por parte de la secretaria general de la agrupación socialista de Vélez-Málaga, María Salomé Arroyo, tradicionalmente alineada con las tesis de Salvador Pendón. La responsable de una de las organizaciones locales más numerosas de la provincia sorprendió declarando en relación a la conjura de Álora que, "son los peores momentos para hacer reuniones fuera de donde hay que hacerlas" y añadir que "se pueden y se deben hacer reuniones, se puede criticar y discrepar, pero en estas cosas hay que ser cautos, y hacerlo donde se deben hacer, es decir, en el seno de los órganos de participación del partido". La ex alcaldesa veleña aprovechó la ocasión para anunciar el calendario de trabajo previsto para celebrar por los socialistas locales, siguiendo las indicaciones de la dirección provincial.

En el coro de voces que en las últimas jornadas intentan hacerse oír en la línea de promover un trabajo serio y riguroso también se escuchó la receta de Carlos Sanjuán para afrontar el futuro, aunque insistió en que no será un proceso ni fácil, ni corto. El ex secretario general facilitó unos ingredientes, con los que parecen estar de acuerdo otros muchos. Un proyecto político claro, un fuerte liderazgo a nivel social e interno, y una organización con unos requisitos mínimos de funcionamiento. Todo ello al servicio de una fuerte dirección política que, a decir verdad, muchas veces no se encuentra por ninguna parte.