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La sinfonía del agua

  • El paisaje natural de los municipios de la Serranía de Ronda despierta de su letargo y muestra una estampa otoñal muy peculiar tras las primeras lluvias caídas en la zona la semana pasada

Las primeras lluvias han provocado un notable cambio en el paisaje de la Serranía de Ronda. Sus ríos, arroyos y nacimientos han despertado del letargo en el que habían sumido durante el largo verano. El agua había prácticamente desaparecido del paisaje serrano, aunque las abundantes precipitaciones del pasado año hacen que los acuíferos tuviesen importantes reservas. A poco que ha llovido de algunos de ellos vuelve a brotar el agua con fuerza, como es el caso del nacimiento de Benaoján, uno de los grandes afluentes del río Guadiaro. También se nota este aspecto al otro lado de la cuenca, en el nacimiento del río Genal, situado en la localidad de Igualeja. Su salida de la montaña también se ha convertido en un espectáculo, aunque en esta caso de aguas mucho más tranquilas.

Sin embargo, en la estación de Benaoján el vertiginoso cauce hacia el Guadiario hace que sean sus aguas bravas el principal espectáculo para las muchas personas que acuden a esta zona de la comarca en el momento que saben que ha reventado este nacimiento. El burbujeo constante provocado por los continuos saltos de agua hace que se convierta en un río blanco en sus primeros tramos.

Mientras tanto, muy cerca, a escasos metros, el Guadiaro ya toma dimensión y ha ensanchado notablemente su caudal hasta cubrir casi la totalidad del cauce por el que discurre entre las sierras de Benaoján, Jimera de Líbar o Cortes de la Frontera. Tranquilidad que se convierte también en ebullición al llegar a la garganta de las Buitreras. Allí su cauce se estrecha tanto entre ambas sierras que se pueden llegar a tocar ambos lados con los brazos abiertos. Mientras tanto, las flores de las macetas de las muchas casas que están situadas en los márgenes de los ríos y arroyos ofrecen un colorido especial, que se mezcla con el verde que ya toman los montes rondeños y el amarillo y naranja de las hojas caducas del otoño.

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