La sublevación de las togas: los abogados y procuradores de Málaga, contra unas pensiones "indignas"
El colectivo reivindica al Gobierno una "pasarela" al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) que al mismo tiempo respete sus cotizaciones de todos estos años
Los abogados mutualistas de Malaga salen a las calles para luchar por unas jubilaciones dignas
La abogacía es una de esas profesiones en las que la pasión y la vocación impera. Y la única razón que los letrados encontraban a que los trabajadores más longevos continuaran pleiteando. "Hace apenas un año, cuando explotó todo esto, nos enteramos que muchísimos compañeros no se habían jubilado a pesar de tener 70 años porque les había quedado 200 euros al mes. No lo contaban por vergüenza o por incredulidad".
Esta es la situación a la que se enfrentan más de 2.000 abogados en la provincia de Málaga, cuya pensión depende de la Mutualidad. Hace ya meses que los afectados decidieron plantarse y exigir soluciones. Su propósito, que el Gobierno ponga en marcha una "pasarela" al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) que al mismo tiempo respete sus cotizaciones de todos estos años. Esta lucha por unas jubilaciones dignas es la que llevó la semana pasada a decenas de abogados y procuradores a manifestarse en distintas ciudades del territorio nacional. "Queremos llevarnos nuestros fondos de la Mutualidad a la Seguridad Social y que un año en la Mutualidad se convierta en un año en el RETA, y poder seguir cotizando hasta que nos jubilemos", defiende la portavoz del #J2 en Málaga, María Nieves Fernández.
Esta aseguradora se ha encargado desde 1948 de procurar unas prestaciones sociales para este colectivo. Era de obligatoria inscripción hasta 1995. A partir de ese año, los abogados y procuradores podían pasarse al RETA. Pero, desde cero. "Aunque ya era voluntario, a muchos le quedaban 15 años para jubilarse y parecía mejor no irse. Además, invitaban a ser solidarios aportando el capital que ayudase a pagar las pensiones de los jubilados y los que estaban de baja por enfermedad", apostilla Nieves.
El punto de inflexión llegó en 2005. Hasta entonces, los abogados mutualistas se encontraban inmersos en un sistema de capitalización colectivo -las cuotas de los más jóvenes pagaban las pensiones de los mayores-. Sin embargo, a partir de ese año, se estableció uno individual: la cantidad que aportas es la que te corresponde al jubilarte. "Nosotros entonces no teníamos conocimiento de eso", lamenta Mari Paz Sellés. A sus 64 años, es mutualista pasiva desde hace más de dos décadas. Sin embargo, ha sufrido las consecuencias más crudas.
Vivir media vida con 600 euros al mes
En 1981, esta letrada -especializada en Penal y Civil, sobre todo, Familias- terminó la carrera universitaria. Tres años después, se dio de alta en la Mutualidad, en ese momento obligatorio para colegiarse y poder ejercer, recuerda. En 1995, a Sellés le detectaron un tumor cerebral. "En la Mutualidad no me operaban, así que tuve que hacerlo por lo privado". En octubre de 1997, le concedieron la invalidez permanente y reconocieron la pensión que tenía asegurada: 601 euros. "Desde entonces, no he tenido ninguna actualización", critica.
En estos 27 años, la abogada ha realizado innumerables cursos académicos; la mayoría, relacionados con el Derecho. Su objetivo, no perder la agilidad mental. Y lo ha conseguido. Sin embargo, reconoce que ha sido gracias al apoyo económico de su pareja. "Sin ello, habría sido imposible pagar una casa, comer y mantener a mi hijo". Y es que, la cobertura médica es otra de las cuestiones que preocupa a los abogados y procuradores mutualistas. A lo largo de la vida laboral, solo corresponden un número de días de baja: 60 si es psicológica, 365 cualquier otra enfermedad.
En cuanto al quid principal de la batalla, las pensiones "ridículas", la Mutualidad defiende que este problema solo afecta a una pequeña parte de los profesionales en toda España. Tal y como apuntó en su día el director general, Rafael Navas, unos 2.500. Además, aseguró que un mutualista "diseña su propia jubilación” y en general paga menos cuota que un autónomo.
Pilar Barranco (60), abogada centrada en divorcios y familia, asegura que siempre han pagado lo que les ha impuesto la Mutualidad. "Nunca nos han dado opción de elegir". Explica que fue el año pasado tuvieron conocimiento de las cantidades "irrisorias" que percibirían. "Yo entonces ya estaba pagando mensualmente 500 euros y, al hacer el cálculo, veo que mi pensión no va a llegar ni a los 400 euros a pesar de que siempre nos habían prometido que nos quedarían unos 1.200 euros".
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