Economía

Los dos nuevos sueños empresariales de Antonio Banderas (uno en Málaga y otro fuera)

  • Al actor, tras haber puesto en marcha un teatro y cuatro restaurantes en Málaga, le encantaría llevar este proyecto a otras ciudades nacionales e internacionales y abrir un club de jazz en la capital

  • Banderas llena el Soho de locales de alta cocina

Antonio Banderas en una conferencia.

Antonio Banderas en una conferencia.

Ha dicho el actor malagueño Antonio Banderas en varias ocasiones que el capricho de otros millonarios es comprarse un barco, un coche deportivo de ultra lujo o una mega mansión y el suyo ha sido adquirir y remodelar un teatro en su ciudad: el Soho Caixabank. Este espacio ha dado un gran salto cualitativo a la oferta cultural malagueña y, acto seguido, el actor pensó que sería positivo mejorar el entorno creando una oferta hostelera de un nivel medio-alto al que pudieran acudir los asistentes al teatro antes o después de una función o cualquier otro ciudadano. Esa idea son hoy cuatro restaurantes -El tercer acto, situado junto al teatro, Doña Inés, La Barra de Doña Inés y Atrezzo- en los que han invertido tres millones de euros y que cuentan con un centenar de empleados. A falta del acuerdo final, el grupo hostelero de Antonio Banderas también prevé gestionar el restaurante del Real Club Mediterráneo.

Banderas siempre ha sido una persona inquieta sobre las tablas de un teatro, en el rodaje de una película y en el mundo empresarial -fue hasta accionista de la cooperativa Hojiblanca, ahora Dcoop- y ahora tiene dos nuevos sueños empresariales en mente. Uno de ellos lo adelantó hace unas semanas en una charla en Granada y es crear una sala de jazz en Málaga. El otro es poder trasladar el proyecto que ha realizado con éxito en la capital -teatro y restaurantes cercanos de nivel- a otras ciudades españolas e internacionales. 

El primero, por ahora, no va bien por asuntos burocráticos. “Antonio es un amante del jazz y me lo ha transmitido varias veces. Estamos viendo la forma de abrir una sala de jazz en Málaga pero no es fácil”, explica Pablo Gonzalo, socio del actor. El problema radica en que una sala de jazz -como un tablao flamenco que tampoco hay en Málaga- necesita instalarse en un local que tenga licencia de bar con música y discoteca y hace décadas que no se conceden este tipo de licencias. “Un club de jazz no tiene nada que ver con una discoteca, pero esa es la normativa que hay y depende tanto del Ayuntamiento de Málaga como de la Junta de Andalucía”, indica Gonzalo. Fuentes municipales han indicado a este diario que se está intentando modificar esa normativa y adaptarla a los nuevos tiempos, pero por ahora sigue como está. 

Pablo Gonzalo, socio de Antonio Banderas, en uno de los restaurantes. Pablo Gonzalo, socio de Antonio Banderas, en uno de los restaurantes.

Pablo Gonzalo, socio de Antonio Banderas, en uno de los restaurantes. / Javier Albiñana (Málaga)

Su segundo sueño sí tiene visos de convertirse en realidad, aunque se está en una fase muy inicial. “Le hemos dado un empujón al barrio del Soho en Málaga desde el punto de vista cultural con el teatro y de la restauración y eso está llamando la atención en muchas otras ciudades. Nos han llamado para ver la posibilidad de crear sinergias entre el teatro del Soho y otros teatros nacionales e internacionales y el futuro puede andar por ahí, con teatros y restaurantes, pero por ahora no hay nada definido, solo son ideas y hay que  ver la viabilidad”, expone Gonzalo. 

Teniendo en cuenta el arrojo y los contactos de Banderas a escala nacional e internacional no será nada extraño ver réplicas de su teatro malagueño y su desarrollo hostelero en otras ciudades a medio plazo. Mientras tanto, el presente dice que el teatro, tras la dificultad del arranque por la pandemia, ya es conocido en toda España con los musicales impulsados por el propio Banderas, obras de teatro de terceros o acciones como la presentación de los Premios Goya en 2021, entre otras actividades. Y los cuatro restaurantes, según Gonzalo, “van muy bien porque se han consolidado como cuatro puntos de referencia de la restauración de cierto nivel en el centro de Málaga tanto de noche, con clientes que van al teatro o que buscan más tranquilidad, como de día con clientes que trabajan en la zona”. 

Explica Gonzalo que El Tercer Acto se inauguró con A chorus line y el Atrezzo fue con Company, los dos musicales que, hasta la fecha, ha promovido y protagonizado Banderas en su teatro. En el grupo ya bromean con la necesidad de abrir otro restaurante si organizan otro musical. Tiempo al tiempo.  

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