Los súper envían coches de incógnito

Aspecto que lucía ayer por la mañana el mercado de La Merced.
Aspecto que lucía ayer por la mañana el mercado de La Merced.
R. G.· R. T. / Málaga

11 de junio 2008 - 01:00

La psicosis consumista ante el temor de que se agoten las existencias continuó ayer en los supermercados malagueños. Muchos de ellos estaban al mediodía con las estanterías arrasadas y los puestos de pescado cerrados a cal y canto. En la mayoría no quedaba carne, apenas fruta y verdura, huevos o leche.

Pero en muchos establecimientos ya han comenzado a agudizar el ingenio para garantizar el suministro a sus clientes. "Hemos ido al mediodía de incógnito con un Peugeot y nos hemos traído 17 cajas de tomates", confesaban en un supermercado de Pedregalejo.

La encargada de otro hipermercado de El Palo, donde están vendiendo más del doble que de costumbre, explicaba que los consumidores temen una inesperada subida de precios y que eso les lleva a aprovisionarse en exceso, según le han venido comentando

Una mujer llevaba en este supermercado dos carros llenos. "Son cosas que no se ponen malas y no me voy a arriesgar a no tener que ponerle de comer a mis hijos", decía, a la vez que aseguraba que también temía que los precios se dispararan.

"Nosotros nos aprovisionamos de sobra, pero no esperábamos esta reacción de la gente ni que fueran a comprar tanto", decía otro empleado.

También los quioscos notaron ayer la huelga del transporte. Algunos periódicos, como El País o El Mundo, no llegaron hasta pasado el mediodía y otros, como el Marca, no llegó a aparecer en algunos puestos de prensa.

Muchas de las grandes superficies malagueñas descartaron ofrecer información sobre el impacto del parón en sus estanterías, aunque la jornada se vivió con tranquilidad en otras.

En los mercados municipales de la capital malagueña la jornada de ayer no fue tan agitada. Los consumidores que se acercaron a comprar frutas, verduras o carne no hicieron por lo general un acopio excesivo de víveres a pesar de la alerta de un posible desabastecimiento a finales de esta semana.

"Estoy comprando igual que siempre porque no creo que la situación sea para tanto", aseguró María Antonia Guillén, una clienta habitual del mercado de Ataranazas que cree que "la gente está exagerando mucho con todo este asunto".

Tampoco los comerciantes están notando una afluencia masiva desde que el lunes comenzó la huelga de los transportistas. "Está siendo un día muy tranquilo como cualquier otro y la mayoría de los clientes han venido a comprar con normalidad", según explicó Ernesto Sánchez, que regenta un puesto de fruta y verdura en el mercado central.

De momento, ninguno de ellos ha notado la ausencia de productos básicos a pesar de la huelga que mantienen los transportistas, "sólo de algunas frutas específicas que vienen de fuera y no pueden llegar por carretera", según otro comerciante del mercado de Nuestra Señora del Carmen.

Los puestos de carne también vivieron ayer una jornada normal. Esteban, que tiene una carnicería en el mismo zoco, aseguró que la cantidad de productos frescos sí ha empezado a escasear y espera que a partir de hoy "ya no pueda ofrecer tanta variedad a mis clientes".

Los que sí está sufriendo ya las consecuencias de la huelga son los pescaderos. Ayer muchos ni siquiera pudieron llegar a abrir.

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