El superyate Octopus ha llegado al puerto de Málaga a primera hora de este miércoles. Procedente de Gibraltar, este barco de recreo privado, que viene consignado por la agencia Cabeza Marítima, quedaba atracado en el pantalán de levante con la previsión de permanecer en aguas malacitanas durante un mes.

Apeado desde hace años del ‘top ten’ de los yates más grandes y lujosos del mundo (según estas clasificaciones este buque estaría en el puesto 21 de los más largos y el 14 en el ranking de los más caros y lujosos), el Octopus mantiene una muy importante significación internacional por haber sido el barco de recreo privado de Paul Allen, el cofundador de Microsoft.

Fallecido en octubre de 2018 su mediático propietario, este yate que formaba parte del patrimonio del magnate norteamericano, en febrero de 2019 se ponía a la venta en una operación gestionada por la empresa Fraser Yachts que lo ofertaba por 295 millones de euros.

El superyate 'Octopus', este miércoles en el puerto de Málaga

En fase de venta desde entonces, este superyate de 126 metros y 9.932 toneladas de registro bruto entregado por los astilleros alemanes Lürssen en 2003, en septiembre del año pasado llegaba a aguas malagueñas para cumplimentar una larga estancia. Procedente de la localidad francesa de Antibes (en plena Costa Azul entre Canes y Niza) y tras pasar un día fondeado, el 21 de septiembre de 2019 este buque quedaba atracado en el pantalán de levante, el mismo muelle en el que hoy ha amarrado.

Combinando esta ubicación con la del muelle número dos y tras realizar por necesidades de tráfico interno dos salidas a la bahía, el Octopus, a la espera de un comprador, dejaba el puerto malacitano el miércoles 15 de enero de este año tras cumplimentar una estancia de algo más de cuatro meses.

Posicionado días después de su salida malagueña en las aguas italianas de Cagliari, este superyate regresa otra vez a Málaga en lo que constituye, hasta la fecha, su quinta visita a la capital de la Costa del Sol.

Con una dotación reducida (este barco puede embarcar hasta 63 tripulantes), el Octopus, que está habilitado para albergar a 26 pasajeros en 13 camarotes, destaca, además de por su vistoso casco de color azul que le permite navegar por aguas heladas y por inconfundible doble chimenea curva, por tener, con independencia de todos los estándares propios de un barco de estas características, una sala de cine y un estudio de grabación musical.

Un mini submarino con capacidad para 10 personas

Disponiendo de áreas deportivas interiores y exteriores, este superyate a la espera de comprador, ofrece además dos helipuertos con sus respectivos garajes para albergar a dos helicópteros. Con un espacio interior inundable a popa, el Octopus lleva también un mini submarino con capacidad para 10 personas además de un robot sumergible y una lancha de 19 metros bautizada como Man of the War.

Un megayate que, a la espera de encontrar un nuevo propietario, regresa a aguas malagueñas en una estancia que, si no hay cambios de ultima hora, se prolongará al menos durante un mes.