Marítimas

El superyate ‘Octopus’ regresa al puerto de Málaga

  • Desde 2019 este buque ha elegido las aguas malagueñas como punto principal para formalizar su venta por 295 millones de euros

El superyate ‘Octopus’ en Málaga durante su última estancia.

El superyate ‘Octopus’ en Málaga durante su última estancia. / J. C. Cilveti

Si no se produce una cancelación o retraso de última hora, este miércoles volverá al puerto de Málaga el superyate Octopus. Procedente de Gibraltar y compartiendo estancia con el Mayan Queen IV que llegó este pasado fin de semana, el Octopus tiene previsto amarrar en el pantalán de levante en un atraque que, como mínimo, se prolongará durante un mes.

Puesto a la venta en febrero de 2019 por los herederos del que fue su propietario, el cofundador de Microsoft Paul Allen, este megayate por el que, en aquellos momentos se pidieron 295 millones de euros, elegía las aguas malacitanas como uno de los principales puntos de estancia a la espera de encontrar posibles compradores.

Y así, atracado en el pantalán de levante el sábado 21 de septiembre de 2019, este mediático barco de recreo privado comenzaba una dilatada relación con el puerto de Málaga a la espera de ver quién será su nuevo armador. Tras permanecer cuatro meses amarrado y salir con destino a la localidad italiana de Cagliari el 15 de enero de 2020, desde entonces, las prolongadas estancias de este superyate se han ido combinando con cortas salidas; una mecánica que finalizaba el 3 de mayo de este año cuando el Octopus zarpaba con destino a Marsella.

Cuenta con un mini submarino con capacidad para 10 personas

Con la intención de regresar a aguas malacitanas a finales del presente ejercicio, tal y como ya informó en su momento Málaga Hoy, ahora, este emblemático buque que la pasada semana realizaba una operación de cambio de tripulantes frente a las playas de La Malagueta, vuelve con una previsión de un atraque de un mes; una programación que, según ha podido saber este diario, podría verse ampliada.

Construido entre los años 2002 y 2003 por la factoría alemana Lürssen con la participación también del astillero Howaldtswerke Deutsche Werft AG, este barco que hasta 2009 fue el yate no de estado más grande del mundo, en la actualidad ya no está incluido en el top ten de los buques privados de recreo más grandes y lujosos del panorama internacional.

Manteniendo un significativo tirón mediático por el que fue su propietario y con el añadido de su muy dilatado proceso de venta, el Octopus, con sus 126 metros de eslora, sus lujosos espacios interiores y sus múltiples accesorios entre los que destacan un mini submarino con capacidad para 10 personas además de un robot sumergible, regresa a las instalaciones del puerto de Málaga a la espera de encontrar un nuevo propietario.

Más información sobre marítimas en El blog de Juan Carlos Cilveti: La mar de historias.

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