Marítimas

El superyate de la 'limusina flotante' está en el puerto de Málaga

  • El 'Tango' muestra su lujosa e innovadora lancha de nueve metros nada usual en los grandes buques de recreo privados

Superyate ‘Tango’ botando este lunes en el puerto su limusina flotante (a la izquierda).

Superyate ‘Tango’ botando este lunes en el puerto su limusina flotante (a la izquierda). / J. C. Cilveti

A primeras horas de la mañana de este lunes y procedente de Gibraltar, atracó en el muelle número dos del puerto de Málaga el superyate Tango. Consignado por la agencia Bergé-Condeminas, este barco de recreo privado abanderado en las Islas Cook que permanecerá en aguas malagueñas hasta el viernes, dispone de un singular elemento; una limusina flotante que lo diferencia de los grandes yates similares a él.

Construido en los astilleros holandeses Feadship Royal Van Lent y entregado en 2011 a su propietario, el multimillonario ucraniano Viktor Vekselberg que pago por él 120 millones de dólares, este yate de 77 metros participa de unas características muy especiales; unas especificaciones en lo que a su diseño se refiere que lo incluyen dentro de los yates de aspecto “muscular”; una definición que atiende a sus formas alargadas más propias de lanchas rápidas de mucho menor longitud.

Con casco de acero y superestructura de aluminio, el Tango, que combina los colores blanco y gris con el negro de sus cristales, dispone de cinco cubiertas. Con capacidad para 14 pasajeros, este barco que lleva una tripulación máxima 22 personas, dispone de siete suites además de los habituales estándares de este tipo de buques: salones interiores y exteriores, piscina, gimnasio, cine, spa, jacuzzi, helipuerto y una marina a popa para deportes acuáticos.

Esta embarcación fue premiada en la feria internacional de yates de Mónaco en 2012

Pero con independencia de todas estas áreas, en sus dos costados, este yate muestra unos grandes portalones que acogen espacios para sus lanchas auxiliares. Abierto en la jornada de este lunes el correspondiente a su banda de babor (el barco lo hacía visible una hora después de su atraque), el Tango botaba su innovadora limusina flotante; una lancha rápida que muchos yates de estas características no poseen.

Diseñada por la compañía británica Compass Tenders, esta embarcación que fue premiada en la feria internacional de yates de Mónaco en 2012, en sus nueve metros de eslora y 2,8 de manga puede embarcar a 8 pasajeros y dos tripulantes. Creada especialmente para este yate, de ahí que luzca los colores blanco y gris, además de cristales negros, esta limusina alcanza los 74 kilómetros por hora, manteniendo además el mismo aspecto “muscular” del barco que la alberga. Una novedosa lancha a bordo de un significativo barco de recreo privado que comparte atraque con el superyate Tatoosh, que sin tener limusina posee una motora de 12 metros además de un velero de 13.

Más información sobre marítimas en El blog de Juan Carlos Cilveti: La mar de historias.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios