Dos sustos, una operación cardíaca y una alcaldesa accidental en Málaga: La salud de un alcalde de 82 años

"Era consciente de que tenía un marronazo, no me paré a pensar que iba a hacer de alcaldesa", cuenta Carillo

Las mil caras de Francisco de la Torre: 25 años de alcalde de Málaga, en imágenes

Francisco de la Torre sale de la clinica Chip tras ser operado de un hemátoma subdural en la cabeza en 2020 / Javier Albiñana

Dos sustos, una operación cardíaca y una alcaldesa accidental. Los últimos años de De la Torre han estado, también, marcados por la salud. Si bien es cierto que goza de un envidiable estado –en un examen de edad metabólica hace un par de años el resultado fue de quince años menor a la biológica–, los años dejan de cumplirse, con todo lo que conlleva.

Hace cinco años ahora, en abril de 2020 tuvo un gran susto que le obligó a descansar. Una caída fortuita entrando al Ayuntamiento le provocó un hematoma subdural crónico por el que tuvo que ser operado e ingresado, dejando a Susana Carillo –primera teniente alcalde e independiente– como alcaldesa temporalmente. Salvo ese lapso de tiempo, ha ejercido ininterrumpidamente durante 25 años al frente de la Casona del Parque.

La propia Carillo cuenta que se dio cuenta de que algo no iba bien durante una videollamada que mantenía con toda la cúpula consistorial.

"Era consciente de que tenía un marronazo, no me paré a pensar que iba a hacer de alcaldesa"

En ese momento, el bastón de mando pasó, por unas semanas, a Carillo: "Era consciente de que tenía un marronazo, no me paré a pensar que iba a hacer de alcaldesa", reconoce, a la pregunta de si sintió el vértigo normal por sustituir a una figura con estas hechuras. ""Me propuse mantener la templanza y trabajar, trabajar, hacer todo lo que hasta entonces hacía De la Torre". Que era mucho, tanto que sus jornadas se extendía "desde las siete de la mañana que me levantaba hasta las dos que me acostaba".

Todos los concejales reconocen que no es posible negociar un esfuerzo con el alcalde y que la agenda es tan larga como pueda dar de sí una jornada, llegando a la extenuación en muchos casos, "nunca he tenido un trabajo tan intenso, trabajaba hasta los domingos, y vacaciones sólo siete días y la semana después de la Feria, que es cuando se iba él", reconoce Carillo. Antes aprovechaba para irse a su casa en Chilches durante estos días de asueto, aunque recientemente ha afirmado que ahora prefiere quedarse en la ciudad y, simplemente, tener más tiempo para pasearla con su mujer.

En septiembre de 2024 tuvo otro pequeño susto, este de menor envergadura que el que le tuvo en el hospital durante semanas. Estando en Santander con motivo de Ametic, un Encuentro de Economía Digital y Telecomunicaciones, sufrió una lipotimia, un pequeño desmayo durante el cóctel del evento. Fue atendido por un médico presente en la sala y trasladado al hospital, donde permaneció unas dos horas esperando el resultado de los análisis de sangre. El suceso no revistió gravedad, en tanto que pudo dormir esa noche en su hotel y al mediodía siguiente visitó San Sebastián, donde tuvo un encuentro con el alcalde de la localidad, Eneko Goia.

Si bien, aquello no fue más que un pequeño aviso, sí que reconoció un ritmo de trabajo demasiado elevado: "Tengo la mala costumbre de no coger vacaciones... quizá esa es la causa", dijo. No era la primera vez que reconocía que su falta de respiro podía suponer un problema, ya lo hizo en 2018, cuando afirmó que su jornada de trabajo era de 14 o 15 horas diarias. Antes de las últimas elecciones, condicionó volver a presentarse a encontrar más tiempo en su agenda a su familia y el deporte. Nada de eso se ha cumplido a mitad del mandato. Lo cierto es que sigue pisando el acelerador de la vida municipal sin ningún tipo de contemplación. Tanto que incluso en su propio equipo advierten de dificultades para seguirle el ritmo y en más de una ocasión, reconocen, han tenido que pedirle que reduzca su agenda, preocupados también por su salud, aunque no lo han conseguido.

Otro de los ejemplos de esta extrema dedicación al trabajo se dio hace dos años. De la Torre se sometió el 29 de junio de 2023 a un cateterismo para tratar la fibrilación auricular, es decir, regular los latidos cardíacos. Esto es una "crioablación de venas pulmonares", una "intervención sencilla", según explicó el propio regidor a través de un mensaje difundido en sus redes sociales una semana después de la operación. Lo hizo de esta manera porque no paró casi un segundo. Si pasó la noche en la habitación del hospital, a la mañana siguiente ya había retomado su agenda con un acto público. Nada de reposo.

"Es inasequible al cansancio, pero creo que tiene que ver con la concepción del trabajo y el esfuerzo de su generación. No creo, sinceramente, que le pese, creo que le gusta, que no lo siente como un trabajo, como una carga" dice al respecto Noelia Losada, una de las socias de gobierno que tuvo durante los ocho años que no alcanzó la mayoría absoluta y tuvo que pactar con Ciudadanos. Con la concejala naranja tuvo que pactar e, incluso, cederles una de sus niñas bonitas, Cultura, "era reticente a darnos la gestión, hasta que constató que nos parecía bien la línea que estaba llevando la ciudad y que el trabajo iba a ser continuísta, no quería que desmantélasemos el trabajo hecho".

Losada afirma que en el trato cercano "es un hombre muy educado, evita el conflicto, no le gustan las discusiones. Pero intenta imponer su punto de vista, el alcalde te gana siempre porque no le importa cuánto tenga que esperar, te gana por aburrimiento. Le da igual si tarda una semana, dos meses o años".

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