Málaga

El tabaco causa al año en Málaga unos 3.500 tumores de distinto tipo

Un fumador, en la calle Larios.

Un fumador, en la calle Larios. / Javier Albiñana

Más de un tercio de los tumores están relacionados con el tabaquismo. El alquitrán de cigarros y cigarrillos enferma allí por donde pasa: vías respiratorias, aparato digestivo o urinario. Este martes 31 de mayo es el Día Mundial sin Tabaco y al hilo de esta conmemoración se suceden los mensajes destinados a concienciar de que "fumar puede matar", como rezan las cajetillas. 

"En torno al 35% de los tumores están relacionados con el hábito tabáquico. No hay ningún medicamento ni procedimiento que tenga tanto impacto en reducir la mortalidad por cáncer y otras enfermedades como dejar de fumar", advierte el responsable de Oncología Médica de los hospitales Clínico y Regional, Emilio Alba

Cada año en la provincia de Málaga se diagnostican unos 10.000 cánceres de todo tipo. En base a su anterior afirmación, el especialista hace una estimación a grosso modo: "Si la gente no fumara, habría unos 3.500 enfermos menos al año". Añade luego que los fumadores viven, de media, una década menos que aquellas personas que no fuman. 

El especialista insiste en que además de ser el detonante de más de un tercio de todos los procesos oncológicos, el tabaco tiene un importante impacto en la mortalidad por patologías cardiovasculares, como infartos e ictus. "El tabaco es una droga que mata a la mitad de sus consumidores. Y es una droga legal, que se puede comprar en cualquier sitio", reflexiona Alba. A continuación, hace un paralelismo entre la facilidad con que se adquiere y las muertes que provoca, con la situación generada por las armas en Estados Unidos -defendidas por la Asociación del Rifle- que también ocasionan muchas víctimas. "La mitad de los fumadores mueren a edades más tempranas por enfermedades vinculadas a esa adicción", sostiene Alba. 

El mayor impacto del tabaquismo es en el cáncer de pulmón ya que en torno al 90% de estos tumores son provocados por tabaco. Pero, en cuanto a patologías oncológicas, también es el detonante de otros de cabeza y cuello o del aparato digestivo, como cáncer de faringe, laringe, esófago o páncreas. Incluso de tumores de las vías urinarias -como los de riñón y vejiga- por donde se excretan las sustancias tóxicas que contiene. Es decir que, allí por donde pasan, éstas dañan la salud.  

Alba destaca que podría ahorrarse mucho trabajo en investigación y asistencia así como un importante gasto en fármacos simplemente con que el hábito tabáquico se fuera abandonando. Explica que frente al cáncer de pulmón las investigaciones más innovadoras apuntan a la inmunoterapia, pero acota que son tratamientos terriblemente caros. 

Incluso detalla la inversión en personal que supone la atención al deterioro de la salud derivado del tabaquismo. Y a modo de ejemplo, indica que "si la gente no fumara, con un par de cirujanos torácicos sobraría" ya que entonces estos se dedicarían prácticamente solo a los traumatismos. Sin embargo, la mayor parte de la actividad de la especialidad está centrada en las intervenciones de los tumores pulmonares.

Según Alba, la incidencia del cáncer en general hasta aproximadamente los 60 años es más frecuente en mujeres que en varones. Sin embargo, en torno a esa edad la situación se invierte y los hombres son mayoría. Una realidad que es achacable al efecto perjudicial del tabaco, que da la cara a largo plazo y -puesto que la mujer se incorporó después al hábito tabáquico- todavía hay un escalón entre ambos sexos. Pero el oncólogo vaticina que esa diferencia que todavía existe por encima de los 65 años desaparecerá y que ambos sexos se igualarán. 

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