Los taxistas colapsan medio país

Los taxistas colapsaron ayer medio país. Las imágenes de miles de vehículos atascando el Paseo de la Castellana en Madrid o el centro de Barcelona, así como en otras ciudades como Sevilla o Bilbao, dieron la vuelta al mundo intentando hacer ver que su lucha contra Uber o Cabify va muy en serio. Un claro aviso a navegantes porque estas plataformas tienen presencia en numerosos países.

Ya desde primera hora de la mañana la Gran Vía de Barcelona estaba colapsada con 1.500 taxis. Impedían la circulación en Paseo de Gracia en los dos sentidos de la marcha, entre las calles Diputación y Gran Vía de les Corts Catalanes. En Madrid, los taxistas dejaron sin servicio al aeropuerto de la capital y las estaciones de tren, donde solo transportaban y de forma gratuita a ancianos, enfermos, embarazadas o personas con movilidad reducida. Las primeras horas de la mañana transcurrieron sin incidentes en la capital y los taxistas comunicaban con carteles en español y en inglés a los viajeros que llegaban tanto al aeropuerto como a las estaciones de tren una manera alternativa para trasladarse por la ciudad. Había expectación porque a las 12:30 se reunían las mayores asociaciones y federaciones del sector del taxi en el Ministerio de Fomento y "en función de los resultados habrá más movilizaciones y mantendremos la convocatoria de huelga", afirmó el secretario del Sindicato del Taxi de Catalunya (STAC), Antoni Cervós. Mientras tanto, unos 300 taxis marchaban en caravana desde el aeropuerto vizcaíno de Loiu en dirección a Bilbao y la Agrupación Empresarial del Auto-Taxis y Auto-Turismos de Baleares confirmaba una convocatoria de paro durante cinco horas fijada para hoy martes de 9:00 a 14:00.

En Madrid la situación se fue calentando y cientos de taxistas ocuparon ocho de los diez carriles del madrileño Paseo de la Castellana (cuatro por sentido) para protestar ante el Ministerio de Fomento, dejando solo un carril por sentido para la circulación de los vehículos de emergencias y el tráfico habitual. La Policía Municipal fue cortando las calles adyacentes al Paseo de la Castellana a medida que avanzaba el grupo de taxis.

Muchos de los taxistas salieron del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas en dos columnas: una en dirección A2, que llegó por esta carretera hasta Avenida de América, María de Molina y el Paseo de la Castellana, ocupando los carriles en dirección norte hacia el Ministerio de Fomento; y otra en dirección A1 para entrar a la Castellana desde La Paz, ocupando los carriles en dirección sur hasta el Ministerio. Durante el recorrido, que fue fluido y se produjo sin incidentes, cientos de taxis circularon despacio y tocando el claxon. Al llegar al Ministerio los taxistas se apearon de sus vehículos y comenzaron a tocar el claxon, a la espera de que comenzara la reunión. En Sevilla solo hubo un 10% de servicios mínimos y en Granada se subieron al carro e hicieron huelga desde las 13:00, así como otras ciudades españolas.

Tras acabar la reunión en Fomento, las asociaciones del taxi Fedetaxi, Antaxi y Élite Taxi aseguraron que la oferta que les había hecho Fomento para solucionar el conflicto por las licencias de VTC era "escasa", pese a suponer un avance, y supeditaron la continuidad de la huelga a lo que decidieran sus compañeros en asambleas.

Tras la reunión que mantuvieron con el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, y representantes del Ministerio, los portavoces de esas asociaciones afirmaron que Fomento se comprometió a poner sobre la mesa del Consejo de Ministros del próximo 14 de septiembre un real decreto-ley que hará efectivo que haya una licencia de VTC por cada treinta taxis. Además, Saura dijo que el Consejo de Ministros del viernes puede aprobar una declaración institucional por la que el Gobierno se compromete a cumplir con esa normativa.