Las taxistas de las pulseras

Llegó la crisis y los taxistas tenían mucho tiempo de espera en las paradas. A un puñado de conductoras golpeadas de distintas maneras por el cáncer se les ocurrió que durante esos ratos libres podrían hacer pulseritas para recaudar donativos con los que ayudar a la investigación oncológica. De esto hace cuatro años y ya han conseguido recoger 65.000 euros que han entregado a la Fundación Cris Cáncer, una ONG que se especializa en investigación contra el cáncer infantil.

Ahora a estas taxistas ya no les alcanza el tiempo muerto entre una carrera y otra y deben echarle además buena parte de sus ratos libres. Y no son un puñado, sino que superan la treintena en la provincia. Y no son solo mujeres, sino que han sumado a los varones que se han querido involucrar. Y ya no son solo taxistas, sino voluntarios de profesiones muy diversas. Y no hacen solo pulseras, sino llaveros, colgantes, cuadros, souvenirs...

Pero se las sigue conociendo como las taxistas de las pulseras. "Empezamos hace cuatro años con un calendario solidario. Pero queríamos algo que no fuera tan estacional y empezamos a hacer las pulseritas. El objetivo era ayudar a los niños enfermos y buscamos una asociación a la que pudiéramos entregar los fondos recaudados", explica Eva Torres. Así iniciaron su colaboración con la Fundación Cris Cáncer. Por eso, el grupo se llama Cris Taxi. Juana García, otra de las taxistas del grupo, es capaz de hacerse 300 pulseras en un día. Ha perdido a primos jóvenes debido al cáncer, así que no lo dudó a la hora de sumarse a la iniciativa. "Apoyando la investigación del cáncer infantil estamos contribuyendo al avance de la oncología en general", sostiene.

Mercedes Pérez reconoce que ella no es tan habilidosa como Eva y Juana. Pero no se arredra por eso. Simplemente busca otra tarea con la que colaborar. Por eso, ella es la que suele encargarse de distribuir los abalorios por comercios que forman parte de la red de voluntarios involucrados en la iniciativa. "Yo tengo a todos mis amigos volcados con esta idea", comenta. Ella también tiene sus motivos personales para respaldar al proyecto: lucha contra un cáncer de colon.

El grupo no es excluyente. Incluye a todo varón que quiera sumarse. Uno de ellos es José Luis Chaves, también taxista. Él contribuye pintando cuadros que intercambia por donativos a partir de los 15 euros. "Hago los bocetos en el tiempo muerto que tengo en las paradas, pero luego los pinto en los días de descanso", explica. Su sensibilización a favor de la investigación oncológica le viene de un golpe duro: haber perdido a un primo de cinco años por una leucemia. "Quería ayudar y como no sé hacer pulseras, se me ocurrió que podía hacerlo con los cuadros", relata.

Hay otros taxistas malagueños que aunque no participan directamente en la elaboración de los artículos que se intercambian por donativos, sí los llevan en sus vehículos para dar a conocer la iniciativa y ayudar a sus compañeros a recaudar fondos. "Aquí pueden participar todos", aclara Eva.

Cuando empezaron a ser más conocidas, comenzaron a recibir encargos. Fue así como ampliaron su creatividad a souvenirs de bodas, bautizos, comuniones, cumpleaños, despedidas de solteros... Estos artículos los hacen por encargo y también la decoración de cestos de souvenirs, de esos que llevan las novias en sus bodas.

Cuentan que más de una vez, hay personas que llaman a la central del taxi para localizarlas y hacerles algún pedido. Para que nadie intente estafar en su nombre, precisan que sus abalorios llevan una pegatina de la Fundación Cris Cáncer y de la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi (FAAT). Haber recaudado 65.000 euros no las deja tranquilas. Al contrario, las entusiasma para plantearse el desafío de recaudar más fondos. Por eso, piden el apoyo del Ayuntamiento de Málaga para colocar un stand en todo evento que se tercie a fin de recoger fondos con sus donativos. El reportaje se hace sobre las 12:00. A esa hora, en los ratos libres que ha tenido en las paradas durante la mañana, Eva ya ha enjaretado unas 150 pulseritas. Saca una bolsa y las muestra orgullosa. Sus compañeras hacen lo propio. Tiene mérito que con donativos de un euro hayan recaudado 65.000. Son abalorios simples, sin pretensiones; pero seguro, los más útiles para regalar o regalarse en estas fechas navideñas o en cualquier época del año.