División interna en el psoe Nueva intervención de Madrid ante problemas en las agrupaciones de Málaga

La tempestad socialista que no cesa

  • La Ejecutiva Federal paralizó hace unos meses un intento de afiliación por internet de 136 personas en la crítica agrupación Centro, que hoy elige a su nueva dirección, muchas de ellas vinculadas a un líder oficialista

Las aguas no han vuelto precisamente a su cauce en el PSOE malagueño tras la elección de la dirección encabezada por el diputado Miguel Ángel Heredia. Tras varios ceses de cargos públicos entre los denominados sectores oficialista y crítico, en las últimas semanas ha tocado la renovación de los órganos de gobierno de las agrupaciones socialistas en la provincia, con unos cambios profundos y una seria división en las dos agrupaciones consideradas críticas por antonomasia: Puerto de la Torre y Centro.

Si en la primera, dirigida hasta ahora por Antonio Utrera, el enfrentamiento ha llegado al campo judicial, puesto que la anterior dirección logró la paralización cautelar por un juzgado de la orden de suspensión de la agrupación que dictó la Ejecutiva Federal del partido atendiendo a presuntas irregularidades en las afiliaciones, en la segunda, el panorama también pinta revuelto. La Federal también ha intervenido al paralizar un intento de afiliación masiva de 136 personas a través de internet pero que sólo aportaban nueve domicilios y unas 25 cuentas de domiciliación, con hasta 20 afiliaciones aportando un mismo número bancario, algo prohibido por los estatutos del partido (que sólo permiten cinco afiliados por cuenta).

El máximo órgano del PSOE paralizó esas afiliaciones al detectar esas anomalías, aunque a la Ejecutiva provincial no le consta que haya habido ningún tipo de denuncia o impugnación desde la citada agrupación. "No ha habido ninguna irregularidad en el partido porque esas personas no han llegado a afiliarse, y aunque conocemos el caso por Madrid, tampoco hemos podido actuar desde la Ejecutiva provincial porque nadie ha denunciado nada", dice el secretario de Organización, Francisco Conejo.

El caso es que la agrupación Centro sigue con 657 militantes y hoy elige a su nueva dirección. Tradicionalmente ha sido la agrupación más numerosa e influyente de Málaga, aunque también la más turbulenta. Tras una larga guerra interna, se avanzó en las negociaciones para aprobar hoy una lista de consenso que encabezaría el ex concejal y catedrático de Hacienda Pública, José Sánchez Maldonado. Casi llega, pero el intento no ha cuajado. Anoche, el diálogo estaba roto y la asamblea se celebrará hoy con dos listas: la promovida por el actual secretario general, Rafael Granados, y la liderada por el propio Sánchez Maldonado, que tendría como presidente al enemigo político del anterior, José Luis Cámara. No obstante, una fuente del partido resume la situación de la agrupación Centro: "Las conversaciones están definitivamente rotas, por el momento".

La agrupación Centro ha tenido en los últimos años al concejal Rafael Granados como secretario general. En el ciclo final del mandato de Marisa Bustinduy, Granados se desmarcó de la línea oficial, hasta formar parte del denominado sector crítico. Pero a Granados le surgió su propio crítico en casa, en este caso oficialista. Se trataba de José Luis Cámara, gerente del Consorcio provincial de Bomberos de la Diputación, que preside Salvador Pendón.

Cámara admite estar detrás de al menos "diez o quince" de los intentos de afiliación a través de internet y también que paga las cuotas de varios familiares, algo que asegura es "normal" dentro de la "tradición del partido". En concreto, abona las cuotas mensuales de su padre, su madre, su hermano, su suegro y su suegra. También intentó afiliar por internet a varios primos y a su cuñado. Y aunque reconoce la "artimaña" de hacer militantes a personas afines a través de la Red y por medio de los denominados pisos patera, asegura que no le ha quedado otro remedio ante la constante negativa de Granados a permitir nuevos ingresos en la agrupación Centro desde hace muchos meses. "Hemos presentado reclamaciones ante el federal, porque la agrupación Centro se ha negado a tramitar las peticiones de muchos compañeros".

Cámara se reconoce como el principal crítico a la gestión de Rafael Granados, de quien fue secretario de Organización en la agrupación Centro pero con el que admite un enfrentamiento personal difícilmente solventable. De hecho, atribuye a las presiones de Granados a la dirección provincial del PSOE que encabezaba Bustinduy su cese en otro puesto anterior en la Diputación, de la que era director del Área de Servicios Supramunicipales hasta que fue destituido. Pero la caída en desgracia de Granados ante los oficialistas le permitió volver al ente provincial.

Cámara también asegura que es normal y lógico que muchos militantes de la agrupación Centro no vivan en su entorno geográfico de influencia. "Muchos militábamos allí y nos hemos tenido que ir a otros sitios a vivir por el precio de la vivienda o las circunstancias de trabajo, pero nos consideramos militantes del centro por tradición familiar". También se desmarca de muchas de esas afiliaciones masivas y recuerda que no le hicieron falta para vencer a Granados en la elección de delegados al congreso provincial que eligió al oficialista Heredia frente al crítico Fernando Arcas. Asimismo, niega con datos los rumores que se lanzan desde el sector crítico de que ha intentado una afiliación masiva de bomberos contratados por el Consorcio provincial de la Diputación: "Hay cinco bomberos afiliados en la agrupación Centro, de los que uno ya estaba hace mucho tiempo, otros tres se afiliaron los seis meses que yo estuve fuera de la Diputación, y sólo uno se ha afiliado siendo yo gerente. Pero yo no puedo impedir que alguien se afilie al partido si es su voluntad ni estoy detrás de las campañas que se me atribuyen". En cuanto a la militancia de sus familiares, tiene un argumento: "¿Cómo voy a pedirle el voto para el PSOE a cualquier ciudadano si no soy capaz de convencer y afiliar a mi familia?".

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