La temporada turística resta 5.700 personas de las listas del paro

El paro descendió el mes pasado en la provincia de Málaga en 5.751 personas. Ninguna otra provincia española registró, en términos absolutos, una caída tan significativa del desempleo. Además, retrocedió en todos los sectores productivos Pero hasta ahí llegan las buenas noticias. El panorama es, en realidad, sino idéntico, ligeramente peor que el que existía en julio de 2012, demostrando una vez que en vísperas de la Semana Santa, cuando se pone en marcha la maquinaria turística, el empleo crece hasta alcanzar los 5.000 puestos de trabajo adicionales en julio. Sin embargo, esta dinámica, que ni siquiera es capaz de absorber la llegada de nueva población activa, se rompe al final del verano, momento en que vuelve a repuntar el paro.

¿Qué sucede en julio? Los datos demuestran que se crean cerca de 5.000 empleos: el año pasado fueron 4.953 y este 5.571. En ambas ocasiones Málaga se situó en términos absolutos a la cabeza de España. Fue la provincia en la que surgieron más puestos de trabajo nuevos en todo el país. El paro en la construcción, a pesar de la escasísima actividad que registra, se frena este mes (815 desempleados menos en julio de este año y 1.342 en julio de 2012). En las dos ocasiones se encadenaron varios meses en los que desempleo baja. El año pasado fueron cuatro meses consecutivos de retroceso porque la Semana Santa cayó en abril y este han sido cinco porque la pasada Semana Santa fue en marzo.

El Ministerio de Empleo y Seguridad Social dio a conocer los datos del mercado laboral correspondientes a julio. La provincia cerró el mes con 196.830 personas sin trabajo inscritas en los registros oficiales. La mayor parte del descenso (4.211) se localiza en el sector servicios.

Estas cifras representan una caída del 2,84% respecto a junio, un buen dato se ve empañado si se observa la evolución anual. En julio de 2012 había 192.143 personas sin trabajo en Málaga. Es decir, ahora hay 4.687 desempleados más que entonces que suponen un aumento del 2,3%. Algo más de la mitad (101.112) son mujeres, 5.000 más que en el mismo periodo del año anterior. Aparece aquí, además, una variable nueva de género porque el paro femenino ha subido en el último año en un 5%, mientras que el masculino ha decrecido aunque muy ligeramente.

La mayor parte de los desempleados malagueños (119.322) pertenecen al sector de los servicios. Al ser el que engloba más población activa es también el que genera más trabajo y más paro. En segundo lugar se sitúa la construcción (35.793), la industria (12.203) y la agricultura (5.559).

Las estadísticas del Ministerio de Empleo indican que en julio se han firmado en Málaga 56.425 contratos nuevos. Este indicador no sólo es mejor que en junio porque supone 8.942 nuevas relaciones laborales, sino que también supera los registros de julio de 2012 cuando se registraron casi 5.000 contratos nuevos. Esa, sin embargo, es la cara amable de un escenario caracterizado por la temporalidad. Salvo 2.647 fijos, todos los demás contratos (53.778 son temporales). En la actualidad hay en la provincia de Málaga 315.576 contratos firmados de los que únicamente 18.623 son indefinidos (5,9%). El 94,1% restante son provisionales.

Los sindicatos han puesto el acento, precisamente, en el carácter coyuntural del nuevo empleo y en su temporalidad. El secretario provincial de CCOO, Antonio Herrera, advirtió que los datos que arroja el mes de julio responden a "una cuestión coyuntural como es la campaña estival en la que se suele crear empleo" vinculado al turismo y las rebajas. Por esta razón "en términos interanuales el desempleo ha crecido". "Aún se está destruyendo, aunque con menor intensidad que en años anteriores".

Por tanto, Herrera recomienza "estar alerta y tomar con cautela los datos". En este sentido, subraya el retroceso del desempleo que las estadísticas oficiales muestran en el sector de la construcción no responde precisamente a que se haya recuperado la actividad en el sector, "porque las obras están prácticamente paradas", sino al conocido como efecto desánimo, o sea trabajadores que tiran la toalla y dejan de acudir a las oficinas de empleo, convirtiéndose en desempleados invisibles.

La secretaria provincial de UGT, María Auxiliadora Jiménez, subraya que desde julio de 2011 se han destruido en la provincia 22.981 puestos de trabajo, dato con el que pone de manifiesto la fragilidad del mercado laboral. Subraya también cómo las cifras de este año prácticamente repiten las de julio de 2012 poniendo de manifiesto que "nos dirigimos hacia un modelo laboral marcado por el trabajo estacional y precario durante unos pocos meses al año".