Los temporales marítimos que en las últimas semanas han azotado a las costas malagueñas han perjudicado muy significativamente al puerto deportivo de El Candado, el cual, ve como desde el pasado fin de semana, su bocana ha quedado totalmente cegada por la arena que ha movilizado la marejada. Con una anchura de 30 metros, 29 si hablamos del canal central que permite el tráfico de entrada y salida y una profundidad que debería estar entre los 3,5 y 4,5 metros, el pasado sábado, el acceso por mar de este puerto apenas calaba unos centímetros; una circunstancia que anulaba por completo la operatividad de este recinto que alberga a unas 300 embarcaciones.

Afrontando este importante problema como se viene haciendo desde hace años, el lunes 31 de enero, una pequeña draga de succión propiedad El Candado iniciaba los trabajos para dar profundidad al canal de navegación de este veterano puerto deportivo malagueño. Y si bien la acción de aspirado de fondos en este espacio se realiza de una forma permanente; salvo en los meses de verano la draga trabaja el resto del año para mantener unas mínimas y seguras condiciones de navegabilidad, ahora, la junta directiva de este club quiere intentar gestionar algún tipo de actuación que, con una implicación oficial, solvente este reiterado problema.

Mantenida una concesión administrativa que se remonta a 1957, el puerto deportivo de El Candado, dependiente ahora de La Agencia Pública de Puertos de Andalucía, gestiona su funcionamiento de una forma autónoma; una actuación que, hasta la fecha, ha significado la permanente lidia con el grave problema que supone el cegado persistente de su bocana.

Ante esta circunstancia, el gerente del puerto deportivo Igor Prieto-Hernández, en declaraciones a Málaga Hoy, pone sobre la mesa cuáles serían las posibles actuaciones que darían con una solución definitiva a las barreras de arena que anualmente, ocasionadas tanto por los temporales de levante como los de poniente, cierran la entrada de este puerto.

Convertida en la solución definitiva, la acción de cambiar la orientación de la bocana constituiría la mejor actuación; una muy significativa obra que implicaría una total remodelación del actual puerto deportivo que, según Prieto-Hernández, podría suponer un desembolso económico de entre 30 y 40 millones de euros y que daría por finalizado el problema del cegado de la bocana al tener esta una diferente ubicación al respecto de la actual.

Frente a este proyecto que requeriría de inversiones públicas y privadas, una segunda opción pasaría por disponer de una draga de mayores prestaciones que, de una forma pautada, pudiera arañar los fondos de la bocana de este puerto de una manera mucho más efectiva y duradera. Vistas estas dos soluciones, la tercera opción ante este reiterado cegado pasaría por la extracción de entre 20.000 y 30.000 metros cúbicos de arena; una acción que debería correr a cargo de un gran buque draga y que, según el gerente del puerto, podría suponer un gasto de unos 300.000 euros.

Frente a estas tres posibles actuaciones, Igor Prieto-Hernández reseña que cualquiera de ellas significaría un largo proceso administrativo; un complejo camino que, en el caso de un gran dragado, la opción que parece ser la más factible, pasaría por la aprobación de la Agencia Pública de Puertos de Andalucía que, una vez validado un proyecto de actuación, necesitaría las ratificaciones añadidas de Medio Ambiente, Costas y la Capitanía Marítima malagueña.

Avalanchas de arena

Aunque desde El Candado seguirán solventando con sus propios medios las persistentes avalanchas de arena que cierran la bocana de su puerto deportivo, la junta directiva de este club aspira a que, con algún tipo de ayuda institucional se pueda afrontar un problema que desde hace décadas les afecta muy seriamente y que debería tener una solución definitiva.