El territorio natural de la tijereta en Málaga: zonas bajas, húmedas y suelos de arcillas
Las últimas lluvias han aumentando la presencia de estos insectos, coincidiendo que en esta época llegan a su madurez
José Manuel Moreno-Benítez, experto malagueño en insectos, sobre la presencia de tijeretas: "Puede crear alarma social, pero es una buena señal"
Las últimas lluvias en Málaga han sacado a la luz una explosión de tijeretas o cortapichas. El presidente de la Sociedad Andaluza de Entomología, originario de Mijas, José Manuel Moreno-Benítez, ha explicado las causas de este aumento de su presencia, que principalmente ha venido provocada por las propias precipitaciones: estas han inundado las galerías donde residen, y han salido en busca de una nueva casa. A lo que se suma que en esta época del año las tijeretas llegan a su madurez y que este es un insecto colonial, por lo que se mueve en grupos.
Si bien es habitual ver estos insectos en zonas de campo, en el caso de Málaga han proliferado más en entornos urbanos y más concretamente en zonas de la Vega del Guadalhorce. El experto destacó que a estos insectos les gusta la humedad y los suelos arcillosos, por lo que no es tan habitual verlos en zonas rocosas.
Las zonas donde reside el cortapichas
En Málaga, es más habitual verlos en entornos urbanos, puesto que las zonas montañosas (como es el caso de los Montes de Málaga) son más rocosos, y a estos insectos no les gusta tanto ese tipo de terreno.
Moreno-Benítez relata que el cortapichas prefiere terrenos bajos, como pueden ser los cauces y valles de ríos, menos pedregosos y suelos de arcilla. Señala que es por ello que su presencia se ha notado más en zonas como la Vega del Guadalhorce (que reúne las condiciones anteriores). Aunque en general este insecto puede encontrarse por toda la provincia, como indica el experto en la Guía didáctica de los artrópodos de la Gran Senda de Málaga y provincia.
Tijereta, un insecto inofensivo y bueno para el ecosistema
El presidente de la Sociedad Andaluza de Entomología relata que en los últimos tiempos ha crecido entre la sociedad una "animadversión" en general con los insectos. Cuando, en el caso concreto de la tijereta, su presencia puede crear cierta alarma social, esta es una buena señal. "Ver esta explosión de los insectos significa que nuestros ecosistemas naturales no están tan alterados ni empobrecidos como creemos", explica el experto.
Moreno-Benítez destaca que este insecto es inofensivo, y que si bien tiene una mala imagen entre la población -por los apéndices que asemejan a unas tijeras pinzas- este no es peligroso, ni pica ni muerde.
El otro nombre con el que se le conoce, cortapichas, se lo otorgaron las madres, "a modo despectivo", para que los niños no metieran estos insectos dentro de las casas. Pero, insiste el experto, "son totalmente inofensivos". Las pinzas en las que terminan su cuerpo, y que les ha creado en parte la mala fama, no tienen fuerza suficiente para dañar a humanos o mascotas.
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