Una ciudad que en los últimos años trata de responder a la carencia de infraestructuras idóneas para el uso de medios de desplazamiento alternativos sigue presentando a día de hoy trampas para aquellos que osan a diario usar la bici para acudir a sus puestos de trabajo o por puro ocio. Muestra de ello son las imágenes tomadas por la Asociación Ruedas Redondas y remitidas a este periódico en las que se observa cómo una simple alcantarilla puede convertirse en un verdadero conflicto para los ciclistas.

"Es muy peligroso ir con una bici de carrera por ciertos puntos de la ciudad, porque te metes y te quedas encajado y te caes", comenta Alonso González, responsable del colectivo, quien atestigua, como usuario habitual de este vehículo, que "vas rápido saltas por encima". Lo curioso del caso, como apunta González, es que las dos cicatrices puestas de relieve con las imágenes, localizadas en la esquina de la calle Orfila con el paseo marítimo Antonio Machado y en la calle Muñoz Cerván, en la esquina con la Avenida Sor Teresa Prat, el problema se solucionaría cambiando la posición del cierre de la alcantarilla.

El responsable de Ruedas Redondas asegura que ya ha puesto en conocimiento del Ayuntamiento de la ciudad esta circunstancia, sin que de momento haya recibido respuesta alguna. Se da la circunstancia de que en el caso de la esquina de la calle Orfila, el escollo para los ciclistas se localiza, precisamente, en un carril bici delimitado como tal. Pero el riesgo que suponen estas alcantarillas no son los únicos obstáculos con los que se topan a diario las personas que optan por las dos ruedas como medio de movilidad. Quioscos, contenedores de basura, curvas casi imposibles, son algunos de los escollos que siguen existiendo en algunas de las últimas plataformas habilitadas para los ciclistas.