Los trenes de Málaga, a incidencia por semana desde el apagón

100 días es el tiempo transcurrido desde que el apagón fundiera a negro a toda España, el pasado 28 de abril, dejando en la estacada a miles de personas que viajaban en trenes y firmando de paso la jornada más caótica jamás recordada en materia ferroviaria. Sin embargo, lo cierto es que los trenes no han dejado de experimentar contratiempos en estos algo más de tres meses causando con ello perjuicios de manera recurrente a los viajeros. En el caso de la provincia de Málaga, según los cálculos realizados por este periódico, el número de incidencias registradas desde entonces arroja una media de una a la semana (cada 6,6 días, siendo exactos) en trenes de Larga, Media Distancia y Cercanías, es decir, un total de 15.

La última de ellas, acorde a los datos de Adif y los operadores disponibles al cierre de esta edición, tuvo lugar este pasado martes 5 de agosto, cuando diversos convoyes andaluces, entre los que se encontraba un tren Avant Málaga-Sevilla, se quedaron parados en la provincia sevillana por “una incidencia en la infraestructura” ya entrada la tarde y que no pudo ser solucionada hasta las 01:00 del miércoles. También este martes, pero en horario de mañana, los contratiempos llamaron a la puerta de la línea C-2 del Cercanías (que conecta Álora con la capital malagueña) viéndose obligado a interrumpir su actividad durante más de una hora a partir de las 07:00 por “una incidencia en los sistemas que permiten el cambio de vía en Los Prados”.

Apenas un día antes, el lunes por la tarde, le tocó a los trenes de alta velocidad que salvan la ruta Madrid-Andalucía, acumulando retrasos de hasta tres horas; esta vez, a consecuencia de la avería de un tren en Ciudad Real, en el tramo entre Puertollano y Brazatortas. El mayor retraso lo registró un Ouigo Málaga-Madrid que debería de haber llegado desde la estación María Zambrano a las 18:38, pero que no llegaría hasta las 21:35. El lunes 28 de julio un incendio forestal en Ciudad Real obligó a suspender dos horas la circulación de trenes; entre ellos, cinco conexiones con Málaga: tres operados por Renfe y dos por Ouigo. Cuatro días antes, los problemas fueron dobles, con retrasos en el primer convoy de la mañana que conectaba Sevilla con Málaga por una avería eléctrica y otra en la señalización a última hora de la tarde que afectó a los Media Distancia y los Cercanías.

Algo parecido ocurrió el 13 de julio, cuando se registró otro doblete de eventualidades, con los Cercanías de la Línea C1 (Fuengirola-Málaga) detenidos en las estaciones, la C-2 suspendida y pasajeros reubicados por una rotura en un AVE Málaga-Sevilla. Horas después, un incendio junto a las vías en Córdoba obligaba a suspender la circulación de trenes de Alta Velocidad durante una hora. El 9 de julio, de nuevo, fueron la proximidad de las llamas de un incendio a las vías las que obligaron a cortar los trenes Málaga-Sevilla. Al tiempo que el 7 de julio la responsable de la espera de los viajeros fue la rotura de un convoy de la línea C-1, que interrumpió el tránsito entre Fuengirola y Benalmádena más de una hora. Por su parte, el 1 de julio los pasajeros de un AVE Málaga-Madrid pasaron hasta 14 horas en un convoy “debido a una falta de tensión en la catenaria”.

En el mes de junio destaca tanto lo ocurrido el día 30, cuando una avería en la vía provocó retrasos en los convoyes Málaga-Madrid, como lo sucedido la jornada del 16, cuando Renfe tuvo que cortar las líneas C-1 y C-2 por el descarrilamiento de un tren. El 19 de mayo la circulación quedó interrumpida por una incidencia que “afectaba al suministro eléctrico”. Tardó unas tres horas en resolverse y fue responsable de retrasos en los trayectos Sevilla-Málaga. El día 4 de ese mismo mes serían varios robos de cable los que pondrían en jaque la circulación y, tan solo una semana y algo antes, tendría lugar el gran apagón que provocó el caos generalizado en el sector ferroviario.