¿Llegó Juan Antonio Roca con una mano delante y otra detrás al Ayuntamiento de Marbella y allí se hizo millonario al calor de los enjuagues urbanísticos o, por el contrario, era ya un empresario avezado? Esta ha sido una de las cuestiones más controvertidas del caso Malaya desde que comenzó la investigación. La Fiscalía Anticorrupción ha mantenido desde el primer momento que todos los bienes del ex asesor de Urbanismo de Marbella son de origen ilegal. El encartado, en cambio, ha defendido con uñas y dientes la existencia de un importante patrimonio anterior a su aterrizaje en la Costa del Sol.

La sentencia dictada por el tribunal de la SecciónPrimera de la Audiencia de Málaga que preside el magistrado José Godino tiene ciertos aires salomónicos. Indica que Roca amasó una fortuna alimentada por los sobornos de los promotores inmobiliarios, pero también acepta que ya tenía un patrimonio notorio cuando llegó a Marbella.

El tribunal establece que “la capacidad de gasto” del hombre fuerte del urbanismo durante los gobiernos del GIL alcanzó los 200 millones de euros. Cuando fue detenido el valor contable de sus bienes y obras de arte ascendía a 101 millones, de acuerdo con la estimación que se ofrece en la sentencia. Sin embargo, también se aclara que de esa cifra 37,4 millones de euros son previos a 1996.

Ese patrimonio, que tenía a nombre de testaferros, lo constituían cuatro fincas: La Morisca (San Roque, Cádiz), La Loma (Murcia), Siete Corchones (Marbella) y La Caridad (Marbella), numerosos inmuebles en Málaga, Sevilla, Cádiz, Murcia y Mallorca, dos hoteles (Murcia y Huelva) y tres palacios en Madrid, además de dos promociones urbanísticas.

Al patrimonio inmobiliario se suman lo que el tribunal denomina bienes de “recreo”: una cuadra con más de un centenar de caballos de pura raza y una ganadería de toros bravos , además de un barco, un avión, un helicóptero y una colección de coches de lujo y antiguos, así como 45 carruajes valorados en 3,5 millones. “La colección dispone de todo tipo de carruajes, desde lujosísimas carretelas hasta coches más modestos, pero de gran interés histórico y técnico”, subraya la sentencia. Además, agrega que la mayoría “están firmados por sus fabricantes, a la sazón, los más prestigiosos con fábricas en París, Frankfurt y Londres”.

La sentencia tampoco olvida la afición de Roca por la caza ni el coleccionismo de obras de arte.  El fondo pictórico del declarado jefe de la trama de corrupción político urbanística de Marbella se estima en 16 millones de euros, si bien la sentencia estima en 11,9 millones las adquiridas antes de 1996 y en sólo 3,6 las acumuladas tras esa fecha.

Esta valoración del patrimonio que tenía el ex asesor de Urbanismo de Marbella antes de 1996 y el reunido desde esa fecha hasta 2006 es el que justifica que el tribunal ordene el comiso del 64% de esos bienes para atender las multas originadas por los delitos, mientras que los 37 millones restantes quedan para hacer frente a la responsabilidad civil, o sea, para cubrir tanto la indemnización de 1,3 millones de euros establecida en esta causa para el Ayuntamiento de Marbella como las impuestas en otros procedimientos.