Pedro Serrano. Jefe de Neurología del hospital regional

"El tributo a la inmediatez de internet es la ausencia de relación social"

  • Cree que Málaga necesita un nuevo Regional y que los aparcamientos del Civil es la mejor ubicación

  • Sostiene que las nuevas tecnologías exigen más esfuerzo adaptativo del cerebro

Serrano an la puerta de Urgencias del Hospital Regional.

Serrano an la puerta de Urgencias del Hospital Regional. / fotografías: javier albiñana

Pedro Serrano acaba de asumir el reto de dirigir el área de Neurología del Hospital Regional. Proviene del Torrecárdenas, de Almería, donde era responsable de la especialidad. Más allá de la labor asistencial se plantea el reto de ahondar en investigación para dar respuestas a patologías que van en aumento debido al envejecimiento de la población.

-¿Qué tal el cambio?

-Muy bien. Málaga es una ciudad muy acogedora. Me siento como en casa. Nací en Jaén, hice la carrera y la residencia en Granada y trabajé 20 años como neurólogo en Almería. Andalucía oriental es mi casa; sólo me faltaba Málaga.

-¿Qué retos se plantea?

-Trabajar para crear un centro de referencia de Neurología a nivel andaluz y nacional. Existe la potencialidad del equipo, que es fantástico, y del propio hospital de conseguirlo. Me encontré con servicio en el que se había desarrollado una trayectoria muy amplia en campos concretos como la Neuroinmunología. El objetivo es que el hospital se convierta en referencia pero no sólo en un área concreta, sino en Neurología en general.

-¿Qué es la Neuroinmunología?

-Hace referencia a enfermedades neurológicas de base inmunológica; auntoinmunes. El paradigma es la esclerosis múltiple. En ese ámbito, hay una trayectoria previa muy potente en este servicio. Es cuando el organismo se ataca a sí mismo. La Neuroinmunología es un campo de desarrollo en el futuro. Pero la idea es no sólo ser buenos en esto, sino en todo puesto que hay capacidad para hacerlo.

-¿El envejecimiento de la población ha cambiado mucho las patologías neurológicas?

-Ahora la esperanza de vida es mayor. Por lo tanto, el volumen de población que llega a etapas más avanzadas de su vida es mayor. Por eso, las enfermedades que nacen en esta etapa de la vida, entre las que están las neurodegenerativas -como alzheimer, parkinson o enfermedad lateral amiotrófica- están aumentando y suponen un reto asistencial y de investigación.

-¿Cuáles son las mayores frustraciones de un neurólogo?

-A la Neurología se le achacaba que diagnosticaba mucho, pero solucionaba poco. Esto está cambiando, precisamente por el nacimiento de la Neuroinmunología. Esto está abriendo vías para tratar enfermedades que hasta el momento no eran tratables. Y si no se establecen terapias curativas, sí se pueden dar terapias paliativas en muchas patologías tanto para aumentar tanto la calidad como la esperanza de vida de los pacientes.

-¿El cerebro es un misterio?

-Sigue siendo un misterio, pero cada vez menos. Porque cada vez conocemos mejor los mecanismos básicos de funcionamiento y la manera de enfermar del cerebro.

-¿La sociedad moderna hace que el cerebro enferme más?

-Somete al cerebro a una serie de condicionantes que antes no tenía y probablemente para los que no estaba adaptado. Un ejemplo es la sociedad tecnológica. La sociedad tecnológica en realidad reproduce los esquemas de funcionamiento de un cerebro con redes de intercambio de información a gran nivel. Esto exige que el cerebro se adapte. Por ejemplo, los estímulos fotosensibles someten al cerebro y cada vez existen más en la sociedad a través de smartphones, videojuegos... Estamos sometidos desde la más tierna infancia y pueden generar respuestas anómalas por parte del cerebro. Todo ello ha cambiado un poco la manera en que el cerebro se relaciona con la sociedad y exige un esfuerzo adaptativo superior.

-Mi hijo puede jugar mucho rato a los videojuegos y yo no aguanto; me mareo.

-Eso es fotosensibilidad. En esto se ha producido un salto generacional. Uno de los saltos desde mi punto de vista más importante en la historia de la humanidad. El cerebro es distinto al resto de los órganos porque tiene algo que el resto no tiene, que es la plasticidad neuronal. El cerebro es capaz de modificarse en función del entorno que lo rodea. Ahí reside sus capacidades extraordinarias. Cada vez que generamos una memoria diferente es porque se ha modificado una conexión entre neuronas y se ha asentado esa conexión y ahí queda establecida. Y eso no es más que capacidad de respuesta a los estímulos externos. Personas que procedemos de ámbitos en los que los estímulos eran diferente tenemos capacidades también diferentes a la hora de desarrollar esta capacidad de adaptación.

-¿Por eso los niños nativos digitales tienen más capacidad para manejar la tecnología y no se marean aunque jueguen mucho?

-Probablemente su cerebro ha establecido las conexiones neuronales suficientes que los que pertenecemos a una generación anterior y no hemos desarrollado. El cerebro es plástico toda la vida y podemos desarrollar esa capacidad adaptativa, pero siempre lo haremos con más dificultad que un cerebro más joven. El cerebro del niño es el órgano más plástico que existe y es capaz de adaptarse a casi cualquier entorno. Conforme nos vamos haciendo mayores, esa capacidad de adaptarse es menor.

-¿Hay que dejar a los niños que jueguen a los videojuegos o ponerle límites?

-Hay una parte buena y una parte mala. La parte buena es poner en marcha esa capacidad de adaptación, de plasticidad neuronal es bueno porque es un ejercicio para el cerebro. ¿Problema que podemos tener? Yo lo veo más desde el punto de vista social, porque eso genera una ausencia de interrelaciones personales y puede condicionar el desarrollo de la propia persona, no ya del cerebro.

-Cuando viajamos, los mayores preguntamos a los del lugar y los jóvenes miran en Google Maps...

-Eso es un problema al que se enfrenta la sociedad porque empobrece desde el punto de vista social. Estamos pagando un tributo a la comodidad. La tecnología es muy cómoda porque Google Maps resuelve de manera inmediata esas dudas. A lo mejor preguntando te equivocas o te derivan mal. Con Google Maps no hay margen de error. El tributo que pagamos a esa inmediatez y esa certeza es la ausencia de relación social. Y si establecemos el balance, yo casi me quedaría con la forma antigua...

-¿Los hospitales comarcales tienen que tener neurólogos?

-La prevalencia de la patología neurológica es lo suficientemente importante como para que haya dispositivos de asistencia cercanos al paciente. La gran mayoría de patología neurológica no requiere de gran dotación tecnológica. El parkinson, la epilepsia, la pérdida de memoria, las migrañas son, en un porcentaje amplio de las ocasiones, tratables en un comarcal. Sería necesaria una asistencia neurológica más cercana al paciente.

-Las enfermedades neurológicas son una faena...

-Por ejemplo, el alzheimer es una enfermedad casi más de los cuidadores que del enfermo porque el enfermo desconoce su enfermedad y por lo tanto no la sufre. Pero la sobrecarga sobre el cuidador es tremenda. Las enfermedades neurológicas crónicas probablemente son las que ocasionan más pérdida de calidad de vida. Hay otras muy dramáticas, pero la duración del sufrimiento es menor; como el cáncer. Pero muchas enfermedades neurológicas son muy deteriorantes y muy prolongadas en el tiempo y eso exige un esfuerzo suplementario de sus cuidadores. Es necesario que se desarrollen recursos sociosanitarios. Estamos en vías de ello y se está mejorando, pero queda un trecho largo por recorrer. Habría hacer hospitales de media y larga estancia, más centros de día, residencias, ayudas a domicilio, centros de estimulación cognitiva. En general, pacientes con daño cerebral adquirido -por ictus, tumores cerebrales o traumatismos craneoencefálicos- quedan dependientes. Es una carga insoportable para la familia.

-¿Será curable la epilepsia?

-La epilepsia es un conjunto de enfermedades, la manifestación de muchas enfermedades. Por lo tanto no podemos dar un pronóstico único. Algunas por sí solas desaparecen y otras sabemos que no van a desaparecer nunca. El tema es tratar de desarrollar un dispositivo capaz de dar respuesta desde la situación más sencilla a la más complicada. Eso exige un esfuerzo de colaboración entre múltiples especialidades, incluida la enfermería neurológica. El problema es que no está bien cuantificada porque tiende a ocultarse por tabú social.

-En la época de la Inquisición los llevaban a la hoguera...

-Totalmente. Eso no pasa ya, pero la reminiscencia de eso sigue. Muchos enfermos si dicen que son epilépticos pierden su puesto de trabajo. Por lógica, ellos tienden a mantenerlo oculto. Por eso está infradimensionado el volumen de enfermo. Había estudios epidemiológicos de Alemania, Suecia y Noruega, pero no del sur. En 2013-2014 hicimos el estudio Epiberia. Nos encontramos con que la tasa de prevalencia era en España de 14,87 por mil habitantes. Lo que significa que en España hay más de 600.000 personas con epilepsia. Es decir, 200.000 más de lo que se estimaba hasta entonces. Y la dotación de recursos sanitarios depende de esto. Ahora tenemos una herramienta que podemos utilizar de cara a administración sanitaria de cara a decir que necesitamos aumentar los recursos porque son más de lo que pensábamos.

-Vuelvo a los videojuegos. ¿Hay que limitar el tiempo?

-Desde un punto de vista clínico no hay un daño cerebral derivado, salvo en caso de fotosensibilidad. Hay personas a las que tanto estímulo visual les genera disconfort que puede ser desde dolor de cabeza y vértigos hasta crisis epilépticas. El ejemplo es el episodio de Pokemon que en Japón generó un aluvión de crisis epilépticas en niños de corta edad que eran fotosensibles. Había una escena con imágenes rápidas y alternancia de colores. Está publicado. No somos inmunes a esos estímulos. Pero no hay un límite fijado; debe imponerse la sensatez. No más de una hora u hora y media al día y me parece mucho. Aunque tampoco hay que proscribirlos, tienen su sitio.

-¿Qué prevención habría que seguir desde el punto de vista de su especialidad?

-Pasa por estilos de vida saludables; ejercicio físico, dieta, hábitos de sueño. El sueño es importante porque el cerebro necesita descansar. El sueño es la manera en la que el cerebro consigue tener la capacidad suficiente al día siguiente. Y la sociedad actual acarrea problemas desde ese punto de vista. La pauta de sueño es muy individual. Hay personas que no necesitan ocho horas. Hay que dormir lo que el organismo necesite para sentirse bien, no ir con déficit de sueño.

-Está debate del tercer hospital ¿Hace falta? ¿Y en el Civil?

-Málaga necesita un hospital nuevo. El Carlos Haya está antiguo. El Carlos Haya fue construido en los años 50 y no ofrece posibilidad de adaptarse a las necesidades actuales. Es necesario un Carlos Haya nuevo y probablemente el sitio idóneo es junto al Civil porque estaría cerca del Materno y de un centro de investigación. Los políticos deben decidirlo. Creo que es un error recortar en sanidad. Si hay dinero, este debe ser el destino del dinero porque nos beneficiamos todos. Una sociedad moderna debe tener la sanidad entre sus prioridades.

-¿Qué se puede hacer con el Guadalmedina?

-En Almería se embovedó la rambla y se ha hecho una obra faraónica. Ha quedado bonita la ciudad. No sé si desde el punto de vista técnico sería factible aquí. Pero en Almería se ha creado un espacio de uso público muy bueno, un paseo amplio, con restaurantes, aparatos de gimnasia y columpios, que son disfrutados por toda la población.

-¿Qué le gusta más de Málaga?

-La gente, su dinamismo y la proyección de futuro. Creo que es la ciudad que tiene más perspectiva de futuro de Andalucía por la pujanza de la gente. Ese aspecto emprendedor que hay aquí. Creo que ese ha sido uno de los motivos por los que he aceptado ese reto.

-¿Qué pediría al Gobierno y a la Junta?

-A la Junta, que tuviera mano abierta con los recursos sanitarios. Hay un capital muy importante de personal dispuesto a trabajar y está esperando la oportunidad de desarrollar esa labor en las mejores condiciones posibles. Realmente disfrutamos de una sanidad bastante bien desarrollada, hay áreas de mejora. Y al Gobierno central, en la misma línea. Al final los recursos son distribuidos a nivel central, por tanto que Andalucía necesita ser bien dotada para dar respuesta a la demanda de recursos sanitarios y de dependencia.

-¿Algo que agregar?

-Un reto es crear un grupo potente en neurociencia. No solo en epilepsia, que es mi campo específico, sino en el resto de áreas de Neurología. De investigación traslacional donde se incorporen investigadores básicos en contacto con grupos clínicos. Esto me lo planteo para desarrollar al máximo.

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