El trueque de nombres de una lista forjada entre manteles
El alcalde comió con Bendodo y Moreno Bonilla el sábado tras la convención municipal
Pocos dudaban de que el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, iba a querer imponer su sello en la que previsiblemente será la última lista que encabece para dirigir el Ayuntamiento de la ciudad. Pero tampoco ha podido eludir las directrices marcadas desde la organización popular. Máxime, cuando todo apunta a que el presidente provincial, Elías Bendodo, aspira a suceder al actual regidor y candidato a la reelección.
Bien por cuestiones de agenda bien por querer darle un carácter más distendido a una negociación que se presumía complicada, finalmente fue un restaurante el escenario elegido para rematar el trueque de nombres propuestos por unos y otros para formar la lista con la que el PP quieren revalidar su mayoría absoluta en la ciudad el próximo 24 de mayo.
Según informaron a este periódico fuentes próximas a la cúpula del partido, fue tras la convención municipal del PP de Málaga, que tuvo lugar el pasado sábado, cuando el alcalde, el líder provincial de la formación y el presidente del PP de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, compartieron mantel para poner sobre la mesa sus apuestas personales y ganar peso en el orden de la lista. Más allá de la influencia que tuvo aquella comida en las ideas de De la Torre, son muchos los que apuntan que la candidatura definitiva la confeccionó en su cabeza pocas horas antes de hacerla pública.
Ya fuese por su obsesivo afán por evitar filtración alguna en los nombres que iban a formar parte de la candidatura con la que opta a la reelección o por su naturaleza noctámbula, la realidad es que Francisco de la Torre quiso apurar los últimos momentos de la jornada del miércoles para poner en conocimiento de los afectados su inclusión o no en la lista. No fue hasta cerca de las 23:00 cuando el regidor, teléfono en mano, inició su particular ronda selectiva con conversaciones que apenas duraron un minuto.
Ese fue el medio elegido, y no el cara a cara, para dar su particular bendición a cada uno de los ediles que definitivamente iban a pasar a formar parte de su equipo de confianza en el reto de los comicios del 24 de mayo. Alguno de los privilegiados con la llamada aseguraba que el modus operandi fue semejante al de hace cuatro años atrás. No hubo por tanto encuentro formal en su despacho de Alcaldía junto al presidente del PP provincial, Elías Bendodo. Se ve que el gesto se reserva para los casos en los que toca, al modo de un César en el palco del circo romano, colocar el pulgar hacia abajo. Hasta la medianoche se extendió el ya conocido listado de llamadas, seguramente no a los 31 integrantes de la lista pero sí a la mayoría.
Una muestra más que evidente de la expectación que los ahora beneficiados por el fallo de De la Torre mantenían hasta última hora de ayer es que el chat interno que manejan los ediles para coordinar funciones propias de la tarea en la Casona del Parque presentaba "un silencio sepulcral, estaba parado", dijo uno de los concejales. Y así continuó, según otro, "por respeto" hacia aquellos compañeros que no recibieron las noticias que esperaban. Lo que sí hubo fueron mensajes entre los ediles antes de que De la Torre empezase a descolgar el teléfono, todos preguntándose qué estaría rumiando el jefe que tardaba tanto.
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