El turismo en su máximo apogeo
Las catas de vino y de aceite y las degustaciones de embutido aúnan los protagonistas de la feria
La inauguración de la XII Feria de los Pueblos y Ciudades de Málaga congregó ayer a una gran cantidad de visitantes deseosos de descubrir las joyas comerciales que esconde cada uno de los pueblos que conforman la provincia, con especial atención a la gastronomía y el folclore.
El presidente de la Diputación de Málaga, Salvador Pendón, insistió en lo beneficioso que resultaría para la feria alcanzar las 20.000 visitas que se llegaron a registrar el año pasado.
El comienzo del evento estuvo amenizado por Rafael Acejo que hacía las veces de presentador y cantante. Los mayores aplausos se los llevaron los artistas María Lozano y Antonio Cortés, concursantes del programa Se llama copla que con sus canciones homenajearon a un malagueño de pro, Miguel de Molina, y cuya persona centra la celebración de la feria, este año que se cumple el centenario del nacimiento del artista.
Las puertas del Palacio de Congresos se abrieron para mostrar lo más novedoso y exquisito de cada rincón de Málaga. "Con esta feria se pretende trasladar a la ciudad la realidad de cada uno de los pueblos de la provincia", explicó Pendón.
Las pantallas táctiles junto a la entrada provocaban la mayor expectación entre los visitantes al mostrar los aspectos históricos, gastronómicos o incluso arqueológicos de la ciudad. El vistoso mapa verde de Málaga adornaba la entrada del recinto y hacía que los presentes detuvieran su marcha para encontar el nombre de su localidad plasmado en el suelo.
La ciencia también se hizo presente en esta duodécima edición de la feria. Los adolescentes se agrupaban en las exhibiciones del expositor en el que se veía cómo un cuerpo cargado de energía podía provocar una descarga eléctrica al tocarlo o cómo el líquido de una botella podía pasar a otra sin derramar gota alguna.
El stand de Málaga.es Sabor centraba su actividad en degustaciones alimentarias. Los primeros en brindar sus exquisiteces fueron los componentes de la escuela de hostelería La Cónsula con un menú de tres platos compuestos por gazpacho de cerezas, guacamole con atún y tarta de salmón con muslito de codorniz.
Mientras tanto, el stand de Málaga. es Flamenco mostraba al público la edición de publicaciones, grabaciones de los distintos espectáculos y material didáctico.
Pero sin lugar a dudas, el pabellón que más gente acogió fue el comercial, dedicado a empresas de todos los sectores, principalmente del agroalimentario. En él, las catas de aceite, degustaciones de quesos y embutidos provocaron aglomeraciones en los puestos de Coín, Alozaina o Alcaucín.
Muchos colegios decidieron utilizar la feria de los pueblos para llevar a sus alumnos de excursión y mostrarles los encantos de los pueblos de Málaga. Los más pequeños se divirtieron gracias al castillo hinchable situado al fondo del pabellón institucional y a la gran cantidad de actividades y visionado de películas.
La Feria de los Pueblos y Ciudades de Málaga es la fórmula perfecta para poner al alcance de todos los malagueños los encantos de la provincia porque la visita conforma una opción alternativa de ver, tocar y probar lo más significativo de los pueblos.
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