El último adiós a Miss Ana
El alumnado y profesorado del colegio Mar Argentea despiden a la profesora de inglés asesinada presuntamente por su ex pareja.


El colegio Mar Argentea, en Torremolinos, dio ayer su último adiós a la profesora de inglés, Ana González, asesinada el pasado miércoles presuntamente por su pareja. Docentes, alumnos, padres y amigos se congregaron en el patio del centro escolar para despedir a miss Ana, como la llamaban los escolares, y arropar a su familia que estuvo presente. La profesora, que estudió Filología Inglesa tras acceder a la universidad mediante la prueba para mayores de 25 años, dio clase a niños de tercer ciclo, apoyo a los de primero. Incluso había comentado que en octubre quería presentarse para pedir traslado a Aranda de Duero, ya que era de Burgos, con la intención de empezar una nueva etapa cerca de sus familiares.
Varios murales adornaban las paredes del patio, elaborados por los propios alumnos del centro. Mensajes como nunca te olvidaremos; tus compañeros, los más pequeños del cole, te despedimos con mucho cariño o un corazón lleno de huellas de manos en color moradas sirvieron de tributo. También se repartieron lazos negros.
A las 12:00 de ayer comenzó el acto de homenaje a la que, durante cuatro años, fue profesora en el colegio. A continuación se leyeron dos cartas. La primera representaba al centro educativo. La misiva despedía a la compañera y reconocía su gran labor. "Nunca terminaremos de darte las gracias por conocerte y trabajar a tu lado". La carta describía a Ana como una persona activa en el centro, amiga de sus amigos y rodeada de niños.
La lectura terminó con el grito de basta ya, en señal de repulsa a la violencia de género, que fue secundado por los presentes y respaldado por un sonoro aplauso.
El colegio vivió ayer el día más amargo de su historia. Fue duro ver a niños de seis años llorar por la pérdida de la profesora. Un buzón artesanal forrado de color rosa sirvió para que los alumnos depositaran sus cartas de despedida. Tampoco faltaron ramos de flores y velas. La segunda carta hablaba en nombre de todos los estudiantes del centro y a los que Ana les había dado clase. "Muchas gracias por todo lo que has hecho por nosotros", concluyó.
La directora del centro, Francisca Pecharromán, expresó su dolor y señaló que Ana era muy abierta, extrovertida, "muy comunicativa con los niños y expresaba mucha actividad, mucho dinamismo y diversión. Era muy buena profesional". La responsable explicó que conocían que se estaba separando y que había conocido a otro chico, pero no se imaginaba lo que ocurrió.
Una madre y miembro del AMPA, Daniela Mezzano, comentó que Ana tenía una unión especial con sus estudiantes. "Era superalegre y destacaba su particular forma de enseñar". Resaltó su lado amable con los niños y el cariño que les mostraba, tanto que si se los encontraba por la calle "los cogía y los llevaba a comprar chuches. Con los niños del instituto, estudiantes que habían pasado por sus aulas, formó un vínculo muy grande. Incluso quedaba con ellos en alguna ocasión para ir a comer a McDonalds, o al cine". Tampoco olvidaba el nombre de ninguno.
Por otra parte, la delegada de Educación en Málaga, Patricia Alba, indicó que un grupo de psicólogos de la Junta de Andalucía ha trabajado con los padres de los alumnos para asesorarles a la hora de comunicar la noticia a los niños.
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