El ruido se ha convertido en un problema crónico en muchas barriadas de la capital malagueña. Sin embargo, los vecinos no cesan en su empeño por erradicarlo. El Centro Histórico y Teatinos, que llevan algunos años en la lucha, se han sumado ahora a El Palo y Huelin con el objetivo de unificar fuerzas y crear "una única voz" para que  Ayuntamiento ataje "de una vez por todas" esta cuestión. 

Hace apenas quince días que los vecinos de estas zonas mantuvieron un primer encuentro en el que escucharon sus respectivas experiencias y acercaron posturas. Un encuentro que José Luis Rueda, vecino de Huelin y miembro del comité creado para hacer frente al ruido calificó de "fructífero".

Pues bien, este viernes, representantes de la plataforma Stop Ruidos Huelin, de las asociaciones de Torrijos y Parque del Mar (Huelin), El Romeral (Teatinos) y Centro Antiguo han vuelto a reunirse para avanzar y tomar algunas determinaciones. "Consideramos que las asociaciones de vecinos tienen mucho trabajo en el día a día, por lo que creemos conveniente canalizar las quejas relacionadas con el ruido de una manera colectiva porque, en definitiva, el problema es el mismo y quien nos puede dar solución también es la misma administración", manifiesta Rueda.

Así, anuncia que han acordado crear una mesa de trabajo conjunta "única y exclusivamente destinada al tema de ruidos y a la invasión de la vía pública mesas y sillas de las terrazas de los bares". Si bien, apunta que, antes de comenzar a trabajar, cada asociación consultará con su junta directiva la conformidad con esta cuestión. "Una vez esté esto formalizado, ya veremos si la mesa de trabajo se consolida en una plataforma o en una asociación", señala.

José Luis Rueda explica que esta mesa de trabajo estará compuesta por representantes de las distintas asociaciones implicadas y, además, habrá uno o dos portavoces. Asimismo, insiste en que "únicamente se tratará el tema del ruido", pese a que en un primer momento se ha planteado tratar temas relacionados también con la sostenibilidad. 

Cabe recordar que varios han sido los encuentros que han mantenido, en las últimas semanas, los vecinos de Huelin con el Ayuntamiento de la capital malagueña para exigir el cumplimiento de la ordenanza municipal en relación al ruido y a la disposición de mesas y sillas en las terrazas de los bares. Unas reuniones que han finalizado con el optimismo de los propios vecinos ante la "predisposición total" del Consistorio, como ellos mismos aseguraban. 

Si bien, transcurridos los días, en el barrio de Huelin "la situación continúa igual", explica Rueda, por lo que no descartan recurrir a la vía legal y denunciar por lo penal Ayuntamiento de Málaga por “inacción” contra los problemas del ruido.

“Está ocurriendo lo mismo que en la plaza Mitjana del Centro y sentimos que se están cachondeando de nosotros”, denuncian. “Esto hay que pararlo y el que tiene la lavar para hacer lo es el alcalde y si no lo para pues nos tendremos que ver en los tribunales”, advierten mientras añaden que “sólo queremos que se cumpla la legalida

Y es que no sería la primera vez que el Ayuntamiento de Málaga se enfrenta a un pleito por esta cuestión. En septiembre del año pasado, los  vecinos del centro histórico de Málaga decidieron plantar cara al Consistorio por la vía judicial. Tras tantos años de lucha para combatir los altos niveles de ruido, el juzgado de lo contencioso Administrativo número 6 de la capital emitió una sentencia contra la “inactividad” del Consistorio ante las denuncias de los afectados.

La sentencia hizo visible “la existencia de un grave problema de ruidos en la calle [en el entorno de la Plaza Mitjana], donde los recurrentes son propietarios y usuarios de viviendas”. El juez afirmó que “brillaba por su ausencia una intervención de inspectores municipales o siquiera de agentes de la Policía Local para afrontar dicha nefasta situación. Así, se reconoció una indemnización de 13.440 euros anuales para cada uno de los recurrentes y se dictó una orden para que el Ayuntamiento “cumpla y haga cumplir la normativa legal vigente sobre control de ruidos”. Una condena que ratificó en mayo de este año el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).