Málaga

"En la universidad cuanto más mediocre eres más fácil es medrar"

  • El catedrático Miguel Ángel Medina avisa de que los nuevos planes de estudios implican una rebaja del nivel académico en un momento en que las universidades ya crean analfabetos funcionales

Sus compañeros en la Facultad de Ciencias dicen que el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular Miguel Ángel Medina Torres (Málaga, 1962) es un Leonardo Da Vinci. Y no porque viva sin teléfono móvil, coche o página en facebook, sino porque es un hombre de universidad en el sentido más honesto y clásico del término, que da muchas horas de clase y crece en la tarima. Colabora en dos grupos que investigan la inhibición de la angiogénesis, o sea la aparición de vasos sanguíneos nuevos que favorecen la expansión de las células cancerosas, y los compuestos implicados en procesos biológicos que participan en enfermedades raras y emergentes. También forma parte de la avanzadilla de la biocomputación. Le quedan tres asignaturas para concluir Matemáticas y dos para terminar Historia del Arte. Los programas de Félix Rodríguez de la Fuente le llevaron a querer ser biólogo, pero en octavo de Primaria supo que en realidad lo suyo era la bioquímica. Cada año inyecta moral a sus alumnos convenciéndoles de que la biología es la ciencia de la vanguardia.

-Preguntó a santo de qué esta entrevista. La respuesta está en la página 52 de El viaje al poder de la mente, de Eduardo Punset, que le cita.

-Ah, Eduardo Punset. Me consta.

-¿Cómo fue?

-No lo sé porque nunca ha contactado conmigo. Hace años en su programa Redes dedicó un número extraordinario a las ciencias de la complejidad y en la información adicional que aparecía en la web del programa la primera cita fue un artículo de mis alumnos de Biofísica de Membranas titulado Complejidad y publicado en la revista de la Facultad. Me hizo mucha ilusión. Ahora me consta, por gente que ha leído este último libro, que me cita. Y encantado de que me cite.

-Si la vida hubiera sido el resultado del azar, los seres humanos seríamos los imposibles.

-Yo soy defensor de la propuesta contraria. A diferencia de esa visión un tanto naif de que la vida en el planeta tierra es pura casualidad y nosotros somos los muy afortunados porque estábamos en el momento adecuado en el sitio oportuno, hay otra perspectiva científica según la cual la emergencia de vida era lo esperable, como resultado de la propia evolución del universo. El biólogo Stuart Kauffman defiende que la vida debió de surgir completa y compleja, frente a la visión preponderante que la entiende como un proceso gradual de crecimiento en complejidades desde cosas muy simples. El conocimiento actual de la biología establece que existe un límite mínimo de complejidad para que podamos hablar de un ser vivo. Ese límite mínimo según los postulados de Kauffman se habría adquirido por un proceso de "cristalización" en el que se pasó de lo no vivo a lo vivo de forma instantánea a escala cosmológica. Desde esa perspectiva nosotros no somos lo altamente improbables, sino el resultado de un proceso evolutivo que comenzó con el comienzo del universo. Es muy distinto a la forma en que los libros de texto de la Primaria y del Bachillerato suelen explicar el origen de la vida.

-¿Cómo es la formación que se da a los niños?

-Mi visión es bastante negativa. Un lugar común entre los profesores de la universidad es decir que los alumnos cada vez llegan peor preparados. No es culpa de los alumnos sino del sistema que no funciona bien, no prima la cultura del esfuerzo. Se dan circunstancias tan perversas como que los políticos entiendan por fracaso educativo el número de suspensos y con medidas como la que pretendió poner en marcha la Junta de dar incentivos a los profesores según el rendimiento, entendido como el número de aprobados, se solventa el problema. El problema no es que haya más o menos suspensos, sino que haya gente con mayor o menor formación. La formación media del alumno que entra en la universidad es mucho más baja que la de hace 15 ó 20 años.

-¿Dónde están los fallos?

-Buena parte de los problemas que arrastran son por fallos comprensivos. Ha fallado estrepitosamente la enseñanza del propio idioma. A muchos políticos se les llena la boca hablando de escuelas públicas bilingües. Yo me conformaría con un uso adecuado del español. No es que tengan faltas de ortografía, es que leen un texto y no se enteran. Es consecuencia de la forma en que se han establecido los criterios: pasan obligatoriamente de curso hayan aprobado o no, existe un sistema de diversificación curricular y en vez de apoyar realmente al alumnado se crean guetos para los entre comillas torpes.

-¿Es atribuible a los maestros?

-En primaria hay un camino perfectamente establecido que se inicia con una licenciatura y se presupone por lo menos que son vocacionales, pero los de Secundaria acceden al profesorado sin formación previa en pedagogía y didáctica. La consecuencia son profesores que no saben llevar las clases y alumnos que se rebelan. Si a ello añades el escaso o nulo reconocimiento social que el profesorado tiene en nuestra sociedad se explica por qué estamos en las antípodas de Finlandia. En Finlandia acceder a ser profesor exige un camino muy duro, hay un proceso de selección muy estricto, pero quien llega está muy reconocido social y económicamente.

-Estamos en crisis y reformando la universidad. Se temía que a coste cero pero no sé si ahora...

-Las autoridades educativas tiraron por la calle del medio y descargaron sobre los profesores la responsabilidad de transformar un sistema en otro radicalmente distinto en su base a coste cero. Estaba abocado al fracaso y ahora con la coyuntura económica habrá una buena excusa para decir que hemos fracasado. Pero, aunque la coyuntura económica hubiera sido excelente, el camino estaba abocado al fracaso. Ya hay universidades que empezaron las nuevas titulaciones y que han decidido modificar los nuevos planes de estudios.

-¿El error está en la falta de medios o en el propio plan?

-En todo. Por mucha buena voluntad que tenga un profesor no puede tutorizar a cien alumnos al mismo tiempo de forma eficiente. Y se han subvertido los principios de qué es lo que tiene que aportarse al alumnado en una titulación universitaria de primer nivel. El cambio de la licenciatura a los nuevos grados supone centrarse en un conjunto de materias troncales, disminuir muchísimo la carga lectiva, amén de perder algunos aspectos que eran positivos del antiguo plan aunque no siempre se llevaban a cabo como las optatividades y el concepto de libre configuración.

-¿La universidad será un bachillerato distinguido?

-Si comparamos con cuando ser bachiller era algo, ni siquiera. Hay alumnos brillantes que hoy, como en el pasado, afortunadamente siguen existiendo en las aulas universitarias. Pero hacemos licenciados que son analfabetos funcionales y lo que vamos a conseguir con los nuevos planes de estudio es que va a haber una nueva bajada del nivel medio académico.

-En investigación ha habido dinero.

-Ha habido dinero y parecía que había también una voluntad de apostar por la I+D+i, pero a la primera de cambio que se han dado malas se ha demostrado que no era una política estratégica a largo plazo, sino políticas tácticas a muy corto plazo de forma que continuamente se aplica la ley del péndulo: se ha cambiado veces la ley universitaria, se ha intentado cambiar varias veces la ley de ciencia, se sigue discutiendo el estatuto del investigador y no hay ninguna panorámica clara de las expectativas a medio o largo plazo. Lo que sí hay efectivamente es un importante recorte de fondos para investigar. Se podrán hacer apaños estadísticos, pero los recortes han sido importantes.

-¿Ha habido un avance cualitativo en investigación?

-Hay hasta criterios biblioteconométricos que lo demuestran: número de publicaciones, citas que generan o su impacto. Ha habido un aumento de la participación de España en la ciencia internacional, está claro. Pero aún cuando ha habido mucho dinero tampoco se ha aprovechado bien porque hay una gran losa que es la gestión económica de esos fondos que está centralizada en servicios de gerencia. Personal administrativo sin dedicación específica a un proyecto manejan esos fondos como cualquier otro y se crean muchos problemas y pérdidas de tiempo a los investigadores principales.

-¿Qué solución ve?

-En Estados Unidos, que nadie niega es el país más avanzado en investigación, el dinero es gestionado directamente por los grupos sin tener que estar continuamente peleándose con los administrativos de turno para ver dónde han ido a parar tales fondos o de qué forma... Además hay restricciones, que impone el ministerio, absurdas: no se puede comprar papel con cargo a un proyecto de investigación, no se puede adquirir pegamento y con lo importantes que son las relaciones personales para establecer colaboraciones internacionales, no se puede extraer una parte minoritaria por ejemplo para invitar a comer u organizar una mesa de trabajo cuando se recibe una visita. Piensa el ladrón que todo el mundo es de su condición y como es tan propio entre los políticos el cargar cosas personales a gastos públicos, pensarán que los investigadores no van a ser de distinta condición.

-Estructura universitaria española, con una universidad o más por provincia, ¿es sostenible?

-Tal y como está la cosa es irreversible. Es evidente que hay un predominio de la mediocridad. Pero, claro, ahí también hay que andarse con cuidado. Cada vez más se utiliza la expresión de excelencia y hay que tener cuidado con los criterios de excelencia. Si se utilizaran criterios cuantitativos de excelencia para las universidades, a lo mejor sólo sobrevivirían las de Barcelona, Madrid y pare usted de contar. Hay cuestiones que van más allá de las docentes e investigadoras que justifican que se mantenga una estructura que por lo demás no se demuestra nada ágil. Lo que sí se ha demostrado es que universidades pequeñas, no anquilosadas en una historia centenaria, han sido las que han presentado mayor capacidad adaptación a los tiempos.

-La excelencia entonces es política.

-Si escuchas a cualquier político, excelentes son ellos y excelencia es lo que ellos deciden que sea. Si escuchas a cualquier rector su universidad siempre está en el grupo de las excelentes. Después salen las estadísticas y la universidad española más destacada aparece en el puesto 300.

-¿Qué hacemos en Málaga, cuál es papel UMA?

-A buena parte colectivo universitario nos gustaría saber qué papel va a jugar en el futuro. Muchas veces tenemos la sensación de que las autoridades universitarias malagueñas se mueven un poco por la improvisación e incorporación con calzador de palabras que están dentro del discurso de lo políticamente correcto sin visión estratégica a largo plazo. No sólo la universidad de Málaga, todos. Escuchas a los gestores y te llega la sensación de que abogan porque la universidad se transforme prácticamente en un gestor de cursos de formación profesional especializada y eso sí que me parece un absoluto absurdo porque la formación profesional ya estaba inventada, funciona mejor, con más agilidad y es más barata. Por otra parte, un mal endémico no sólo español, sino europeo, es que el sistema universitario está montado de tal forma que no se prima para nada la creatividad o la innovación, sino la mediocracia: cuanto más mediocre seas más fácilmente podrás medrar.

-En el puerto quieren hacer un Carrefour. ¡Qué me dice!

-Al final todo es un parque temático para promocionar el consumismo. Se veía venir que iba a ser algo así. Como tantas otras veces se ha perdido una bonita ocasión para hacer algo diferenciador y único, para tener algún elemento de referencia. Se ha hecho una auténtica chapuza. Desde el momento en que eligieron esa opción absurda del Palmeral de las Sorpresas como la mejor para un puerto, estaba dicho todo. Echaron abajo los silos con la justificación de que estorbaban y que eran elementos arquitectónicos sin ningún interés y ahora prácticamente en el mismo sitio han levantado un muro de cemento para que siga siendo una realidad que el puerto sigue de espaldas a la ciudad y la ciudad de espaldas al puerto. A mi entender es otro fracaso más, otro lugar en el que se está gastando una gran cantidad de dineros públicos para hacer una chapuza como lo fue la porquería que hicieron en el río Guadalmedina.

-¿Qué ha sido lo más acertado en la ciudad?

-Está clarísimo y se hizo muy en contra de la opinión de los escasos habitantes y de los comerciantes, pero fue un éxito absoluto la peatonalización del centro.

-Para venir al campus de Teatinos, ¿sufre mucho?

-Nada. No tengo coche. Utilizo el servicio de transporte público y no me quejo. Lo utilizo de forma estratégica. Es el espacio de tiempo que me concedo para dedicarme a leer.

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