Un vecino con la luz roja

Al calor del debate nacional sobre la prostitución se reabre una vieja polémica de Santa Rosalía Maqueda donde desde hace años hay un club de alterne en el centro del barrio

Imagen del club de alterne Calipso Palace, en la travesía Maqueda, en el distrito de Churriana.
Imagen del club de alterne Calipso Palace, en la travesía Maqueda, en el distrito de Churriana.
J. A. Navarro Arias / Málaga

27 de septiembre 2009 - 01:00

Los clubes de alterne son una estampa tan propia de las carreteras españolas casi como el toro de Osborne. Dentro de los núcleos de población son menos habituales o al menos, más discretos. En Santa Rosalía Maqueda, en el distrito de Churriana, no. En pleno centro del barrio, frente al instituto, está el club de alterne Calipso Palace, de construcción ostentosa que no deja lugar a dudas. Esta realidad se vive desde hace décadas, aunque el establecimiento ha cambiado varias veces de denominación. De hecho el burdel es más antiguo que muchas de las viviendas, pero hay vecinos que suman 18 años de protestas para que lo cierren. Al calor del debate surgido a nivel nacional sobre la prostitución, se reabre la polémica y las reivindicaciones.

Vecinos del club de alterne denuncian "inseguridad ciudadana, falta de higiene y problemas de ruido por las noches". Además, hablan de supuestas irregularidades. Manuel Gutiérrez es uno de los "afectados" y lidera las denuncias vecinales. Muestra documentos firmados por el propio Ayuntamiento de Málaga de su batalla particular de hace décadas. Algunos son informes técnicos contrarios al establecimiento. Conserva incluso órdenes municipales de cierre que nunca llegaron a ejecutarse. "Los políticos son unos incompetentes por no cumplir lo que ellos mismos dicen o unos corruptos por tener intereses en el puticlub. De otra forma no se entiende nada", denuncia Gutiérrez.

El concejal del distrito de Churriana, José Hazañas, afirma que el citado establecimiento tiene licencia de cafetería sin cocina y sin música. Los vecinos se quejan precisamente de la música nocturna. También de peleas entre usuarios a altas horas de la madrugada y de los condones que afirman que aparecen en la calle tirados. El responsable del Calipso Palace, José Manuel Sánchez, defiende que tiene todo en regla y que no generan ninguno de los anteriores problemas mencionados. "Las protestas sólo son por intereses para vender determinados inmuebles, yo pongo de testigo a la Policía Local para que hable si alguna vez hemos dado algún problema", asegura.

Tras las presiones vecinales, Hazañas ha retomado el tema. De hecho, asegura que el Ayuntamiento ha solicitado a la Subdelegación del Gobierno que realice una inspección. Además, subraya que este club nocturno tiene un expediente sancionador abierto de Urbanismo por una obra realizada sin licencia, cuya cuantía asciende a 28.000 euros. Hazañas dice que "un puticlub en el centro del barrio es un problema de imagen y moral" y que el Consistorio tomará cartas en el asunto. ¿Por qué no antes? Hasta la presente explica que se han estrellado con las artimañas legales empleadas por los propietarios. El debate está abierto y cada uno defiende su postura.

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