La barriada de Las Flores convive entre la tensión y la calma tras las dos reyertas multitudinarias que se produjeron en apenas 24 horas con disparos al aire y palos. La Policía Nacional, que continúa investigando el caso, ha desplazado estos días distintas dotaciones. Un helicóptero ayer sobrevolaba la zona, pero por el momento no se han producido detenciones. Varios de los vecinos que el lunes por la tarde oyeron las detonaciones a plena luz del día recordaron en declaraciones a este periódico que uno de los tiroteos dejó al menos “dos ráfagas de 8 o 9 disparos cada una”.

Según el testimonio aportado por el testigo, que se asomó a la ventana cuando se vio sorprendo por los impactos, uno de los presuntos autores era un hombre joven que paseaba con una escopeta. Otro de ellos lo hacía junto a un perro de raza peligrosa y cuchillo en mano “o una especie de espada ovalada” mientras entraba en un portal “intentando llevarse dentro al otro”. Y paralelamente, espetaba: “Ya lo arreglaremos luego”, relató el vecino.

La Policía, precisó, llegó a los 10 minutos e identificó a un hombre ebrio que deambulaba por la calle. “El del cuchillo y el de la escopeta subieron tranquilamente a su casa. Allí estaban tan panchos. Me parece muy grave que uno pueda salir con una escopeta junto a otro que lleva un machete grande y un perro peligroso, a las 5 de la tarde, ponerse a pegar tiros y después irse a su casa”, aseveró. La situación mejoraría, destacó, “si de vez en cuando pasara la Policía por el barrio o se pusieran cámaras de seguridad”.

“El del cuchillo y el de la escopeta subieron tranquilamente a su casa. Allí estaban tan panchos"

Otro de los vecinos consultados denunció la decadencia experimentada por el barrio, “que antes era muy tranquilo y que ahora se ha convertido en un gueto” después de que “hace 10 años empezaran a llegar los que desterraban de la Palma y La palmilla y ocuparan pisos y bajos de locales”, explicó.

El barrio, "minado de policías"

A su juicio, el barrio de Las Flores ha permanecido tras los últimos episodios violentos “minada de policías”, pero criticó que no se “registrara ni identificara a los que –en su opinión– se sabe que son los autores”. La Policía Local decomisó el lunes por la tarde, cuando saltaron las alarmas por segunda vez en menos de 24 horas, palos, un cuchillo de más de 15 centímetros y un cartucho de escopeta detonado.