El fenómeno okupa se extiende por Málaga capital. El mismo colectivo que hace un par de meses entró de forma irregular en un bloque de La Trinidad, bautizado como la corrala Buena Ventura, ha extendido su radio de acción y ha hecho lo propio en una urbanización desocupada de Maqueda, en el distrito de Campanillas, y cerca del PTA. Vecinos del entorno se percataron de la presencia de estas personas tras observar, en la tarde de ayer, varios vehículos de la Policía Nacional junto a algunas de las viviendas.
Un portavoz del grupo de okupas, integrados, entre otros colectivos por la plataforma Stop desahucios, informó a Málaga hoy de la existencia de una veintena de personas en el interior de los inmuebles. "Somos siete familias, todas sin viviendas y en situción de desempleo", expuso, al tiempo que indicó que entre ellos hay menores y mujeres embarazadas. Según su versión, son siete los inmuebles en los que se han asentado. "No hemos forzado la entrada, porque las puertas estaban abiertas", explicó. Asimismo, destacó el buen estado de las construcciones. "Están perfectas". La idea es que al menos uno de ellos sirva como espacio para las actividades y asambleas del movimiento.
Según su versión, la entrada se produjo hace algunos días, "aunque lo hemos querido hacer público hoy [por ayer], con pancartas, ante la presión de la Policía". "Creemos que son casas de la Junta de Andalucía y lo que estamos haciendo es tomarle la palabra después de anunciar que va a expropiar las casas de la gente a la que le sobra para dárselas a los que lesfaltan", añadió. Conforme a estas explicaciones, este movimiento ha decidido anticiparse a la aplicación del decreto ley por la función social de la vivienda. "Nos encanta la idea, pero nos tememos que por la burocracia y el contrapeso que supone el PSOE las medidas tardarán en hacerse efectivas", precisó. Es el denominador común de las familias asentadas en esta urbanización, localizada en la calle Lingüista Lázaro Carreter. En la fachada de las viviendas se pueden leer pancartas con mensajes: "Corrala de la Manola", "Vivienda digna para todos".
Los vecinos del entorno mostraron su preocupación ante lo ocurrido e indicaron que la Policía sí pudo desalojar a una familia que, al parecer, había forzado la entrada de una de las casas. La situación de abandono de muchas de estas casas las hace propicias para el fenómeno okupa, al formar parte de urbanizaciones en buena medida vacías. "Hay dos totalmente vacías, otra a medio ocupar y otra que se ha tenido que poner en alquiler porque no se vendía", explicó una vecina. Son promociones impulsadas por cooperativas privadas, algunas de las cuales quebraron como consecuencia de la crisis económica, con lo que se ignora con exactitud a quienes pertenecen las casas intervenidas. Cabe recordar que tras la ocupación del bloque de La Trinidad, con 14 familias, el colectivo creó una de lista de espera de personas que necesitaba una vivienda, circunstancia por la que anunciaron acciones semejantes en otros puntos de la urbe.
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