Marítimas

El velero 'Fryderyk Chopin' llega al puerto de Málaga

  • La llegada de este barco parece que reabrirá una actividad, la de las escalas de los grandes veleros paralizada por causa de la pandemia producida por el Covid-19

'Fryderyk Chopin' atracado en el muelle número dos.

'Fryderyk Chopin' atracado en el muelle número dos. / J. C. Cilveti (Málaga)

A primeras horas de este jueves 17 de septiembre, procedente de la localidad portuguesa de Leixoes y con destino a Las Palmas, quedaba atracado en el muelle número dos del puerto de Málaga el bergantín polaco de dos mástiles Fryderyk Chopin. Consignado por la agencia Cabeza Marítima, la llegada de este barco parece que reabrirá una actividad, la de las escalas de los grandes veleros paralizada por causa de la pandemia producida por el Covid-19 desde el pasado 14 de marzo, fecha en la que atracó en aguas malacitanas el último barco de estas características.

Convertido desde hace años en un habitual en el puerto de Málaga, el Fryderyk Chopin fue construido entre 1990 y 1992 en los astilleros Dora de la localidad polaca de Gdansk siguiendo los planos de un velero de principios del siglo XVIII. Con 55 metros de eslora, este barco aparejado como un bergantín puede montar en sus dos mástiles un total 21 velas disponiendo de una superficie total 1.200 metros cuadrados de “trapo”.

Relacionado desde su botadura con proyectos educacionales, este buque inició su carrera de mar adscrito a una escuela canadiense. Con posterioridad, el Fryderyk Chopin pasó a manos de una universidad privada polaca, navegando en la actualidad bajo la gestión de una fundación que promulga una educación complementaria desde la mar.

Con la posibilidad de embarcar a un total de 45 estudiantes, este velero tripulado por ocho marinos propone singladuras por diferentes escenarios, siendo el Mediterráneo uno de sus principales mares de navegación.

Habiendo participado además en diversas regatas internacionales para grandes veleros, en octubre de 2010 el Fryderyk Chopin sufrió un muy importante accidente en el Atlántico a cien millas de las islas Sorlingas; un siniestro que lo dejó sin mástiles a la deriva y en el que no hubo daños personales para su tripulación.

Convertido en un habitual en las aguas malacitanas, su última escala la realizó en octubre de 2019 dentro de una ruta Mediterránea; una estancia en el que curiosamente atracó en dos muelles diferentes.

Una escala, la del Fryderyk Chopin, que parece que podría reabrir tímidamente las visitas de los grandes barcos de vela al puerto de Málaga. Un atraque que queda ya muy lejos del que hizo los días 14 y 15 de marzo el también polaco Pogoria que, ya en estado de alarma, desembarcó en el muelle uno a los estudiantes que viajaban a su bordo.

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